Blog de la Asociación Cultural Amigos de la Dehesa de la Villa
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La plantación vecinal 2013 y otras notas de actualidad

30 de enero de 2013

Reportaje gráfico de la plantación anual celebrada el domingo 20-enero-2013 y otras noticias de actualidad de la Dehesa de la Villa.

Los vecinos y amantes de la Dehesa de la Villa tuvimos ocasión de celebrar una nueva plantación el pasado domingo día 20 de enero. El evento se organiza conjuntamente entre la Unidad de Parques Históricos y de Especial Protección y las entidades vecinales de la Mesa de Participación Ciudadana. Supone una excelente oportunidad para los vecinos de involucrarse activamente en el mantenimiento de la Dehesa; y para las Asociaciones, de mostrar la labor que realizamos en pos de conservar y divulgar los valores de este entorno madrileño.

Quizá debido a las adversas condiciones meteorológicas que se dieron durante los días previos y la amenaza de lluvia para el día de la plantación, la asistencia este año fue algo menor que en años anteriores. Aun así, pudo verse gran afluencia de niños y mayores, familias enteras, dispuestos a plantar sus árboles en la Dehesa.

Los primeros asistentes comienzan a distribuirse por las zonas acotadas para la plantación.
(Foto: A. Morato, 2013)

Para este año, la zona seleccionada fue la vaguada central para replantar con encinas y retamas. Por escasez de medios, el número de plantones disponibles este año fue menor que en anteriores ocasiones, por lo que se decidió proveer también bellotas de encina y roble para su siembra.

A la izquierda, folleto con las instrucciones para la siembra de bellotas. A la derecha, uno de los sacos con bellotas que proporcionó la Asociación de Amigos de la Dehesa.
(Fotos: A. Morato, 2013)

Adicionalmente, y a modo simbólico, se proporcionaron algunos pinos crecidos para su plantación por parte de las Asociaciones.

Arriba, el pino de la Asociación de Amigos de la Dehesa, dispuesto para ser plantado.
En el medio, niños y mayores se afanan en cavar un hoyo para el pino.
Debajo, Andrés Revilla, actual presidente de la Asociación con algunos de los niños que ayudaron a plantar nuestro pino.
(Fotos: A. Morato, 2013)

Terminadas de plantar las encinas y retamas, nos dirigimos a la ladera izquierda de la vaguada central, que había sido preparada expresamente para la siembra de bellotas. Y así, entre todos, en poco tiempo se plantaron varios kilos de bellotas.

Arriba, la ladera habilitada para la siembra de bellotas.
En el medio, vista de los participantes sembrando las bellotas.
Debajo, detalle de uno de los hoyos sembrados con bellotas tal como se indicaba en las instrucciones.
(Fotos: A. Morato, 2013)

La mañana se completó con un cuentacuentos en el CIEA para los más pequeños; y con paseos, reencuentros y charlas entre amigos y vecinos, animados aperitivos en los quioscos de la zona... Un año más, con la satisfacción de haber cumplido el objetivo de conseguir la participación ciudadana y de haber disfrutado viendo a los más pequeños con qué interés cavaban para tener su arbolito en la Dehesa.

Urracas y bellotas.
Apenas un día después de realizada la plantación, se pudo observar cómo una banda de urracas (entre 20 y 30) se dedicaban a la labor de desenterrar sin descanso para comerse las bellotas que con tanto celo e interés habían sembrado los vecinos. Sorprende la tenacidad de estas aves que, tras ser espantadas, vuelven una y otra vez, disgregadas en grupos más pequeños. Parece ser ley de la naturaleza que lo que unos se dedican a construir otros se empeñan en desmontar.

Arriba, las urracas merodeando por el lugar de la plantación.
Debajo, agujeros abiertos por las urracas en busca de las bellotas.
(Fotos: Archivo Amigos de la Dehesa, 2013)

No obstante, nuestro experto en botánica, Andrés Revilla, nos comenta:
"Es común que tras las bellotadas se pasen los animales silvestres a rebuscar semillas. Lo han hecho toda su vida. Buscan siempre en la tierra removida. No es grave, nunca se llevan todas. Una táctica para engañarlas es dejar bellotas vanas en la superficie, sin enterrar. Las comen y no vuelven, se dan por satisfechas.
Lo normal es sembrar unas 3000 bellotas por hectárea para terminar con unas 60 encinas grandes al cabo de los años. No hay que preocuparse, porque en la plantación del domingo se pusieron bellotas de sobra para la zona. Las que no son desenterradas germinan sin problema, luego empiezan a competir entre ellas.
Lo importante no es el tallo aéreo que podamos ver. La clave es la raíz: que profundice y forme una buena cepa. Si eso se logra la encina no morirá ni de sequía ni por corte accidental pues siempre rebrotará. Puede tirarse muchos años haciendo cepa y no mostrar crecimiento exterior importante. Un buen día de un lejano año empezará a tirar y formará el tronco principal arropado por tallos más débiles que lo protegen.
Criar una encina es algo lento, pero el resultado es excelente".

Al fin y al cabo, las urracas son menos dañinas que el homo sapiens.

Otras noticias de actualidad de la Dehesa: noviembre 2012 – enero 2013.

Declaración BIC.
La propuesta para declarar la Dehesa Bien de Interés Cultural sigue su curso administrativo y está lista para ser publicada próximamente en el BOCAM. Una vez publicada, se abrirá el periodo de alegaciones y, de no haber ninguna en contra, se piensa que la declaración BIC quede definitivamente aprobada.

Cierre de la carretera del Fabiola.
Tal como informábamos en la pasada edición de noticias, existía la intención de instalar una barrera a la entrada de la carretera que conduce desde Francos Rodríguez hacia el Fabiola de Mora y Aragón. Finalmente, ha habido que descartar la iniciativa porque Madrid Salud, entidad de la que depende el Fabiola, considera que no es compatible con los servicios judiciales de reconocimiento a detenidos que se prestan en el centro durante todos los días del año y a cualquier hora. Las instalaciones técnicas que se requerirían (videovigilancia, seguro de asistencia 24 horas, etc.) hacen económicamente inviable la instalación de una barrera.

Se intentará, no obstante, hacer cumplir la prohibición de estacionamiento actualmente en vigor y realizar cierres parciales los fines de semana para el uso lúdico de la carretera (patines, bicis, etc.).

Circuito de cross.
Se ha terminado de instalar los hitos para la demarcación del circuito de cross de 4 km recientemente presentado e inaugurado con ocasión del XXX Cross C. Poetas celebrado el pasado mes de diciembre.

Uno de los hitos que demarcan el circuito de cross.
(Foto: A. Morato, 2013)

Gatos.
El servicio de recogida de animales de Madrid Salud ha comenzado la retirada de gatos de las Casas del Canal y la Casa del Escudo. Los animales son atrapados en jaulas y trasladados, sin ningún daño para ellos, a las instalaciones de Centros de Protección Animal donde, quien lo desee, puede hacerse cargo de ellos.

(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2012)

Más actos vandálicos.
Ya hemos denunciado aquí en anteriores ocasiones la conducta vandálica de algunos incívicos que la emprenden con el mobiliario, los elementos históricos e incluso la vegetación de la Dehesa.

El comienzo del año 2013 nos volvió a traer otro ejemplo de vandalismo, en esta ocasión en el solárium del Cerro de los Locos. Es triste la forma que tienen algunos de festejar el año nuevo.

Así apareció en la mañana del 2-enero-2013 el solárium antiguo del Cerro de los Locos después del paso de los vándalos.
(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2013)

5- Mosquitero común - Conoce las aves de la Dehesa de la Villa

23 de enero de 2013

Nueva entrega de la serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa.

Mosquitero común (Phylloscopus collybita).
Pepe y Gonzalo Monedero

El mosquitero común es un pequeño paseriforme presente en la Dehesa de la Villa principalmente durante la época invernal. Durante este periodo, llegan numerosos ejemplares de dicha especie procedentes del Norte Peninsular y resto de Europa, dónde pasarán el invierno.

En España podemos encontrar dos subespecies: la subespecie collybita, como reproductora e invernante, y la subespecie abietinus, que resulta mucho más rara y aparece solo en migración. Es un ave de pequeño tamaño, pico fino y patas negras. Presenta tonos verdoso-amarillentos o pardo-grisáceos en el dorso y blanquecinos en las partes inferiores. Ambos sexos resultan similares, aunque los machos son ligeramente mayores que las hembras. Es una especie muy similar en el campo al mosquitero ibérico (Phylloscopus ibericus), del que se diferencia por su canto y aspectos morfológicos, encontrándose presente en la Península Ibérica durante todo el año o en invierno (según las regiones), mientras que el ibérico es un ave básicamente estival. También es muy parecido al mosquitero musical (Phylloscopus trochilus), pero éste posee las patas y el pico pálidos, y solo está presente durante la migración.

(Foto: G. Monedero; fotografiado en la Dehesa de la Villa, octubre-2012)

Un comportamiento destacado de este pequeño paseriforme, es el de colocarse en ramas de arbustos y árboles desde donde se lanza de forma acrobática a la caza de insectos voladores, suspendiéndose unos segundos en el aire, regresando posteriormente a su posición de origen con la captura. De carácter inquieto, también se le observa moviéndose de rama en rama para localizar y capturar insectos y otros invertebrados como pulgones, arañas, etc. Debido a este comportamiento inquieto, en algunas zonas de España hay algunos dichos refiriéndose a este ave como por ejemplo “Eres más nervioso que una mosquilla" (nombre local con el que se conoce al mosquitero en algunas zonas) o “Te mueves más que una mosquilla“.

Su alimentación se basa en el consumo de pequeños invertebrados, que puede complementar con la ingesta de pequeños frutillos en otoño e invierno.

La época de reproducción se extiende de marzo a julio. El nido es construido básicamente por la hembra en unos pocos días y consiste en una pequeña estructura cerrada, elaborada con hojitas y musgos, a la que se accede a través de una entrada lateral. El nido se localiza a poca altura entre la espesura de la vegetación, generalmente en densos matorrales o arbustos.

En cuanto a su hábitat, es una especie principalmente forestal. En la época de reproducción selecciona una gran variedad de ambientes boscosos, si bien manifiesta una gran preferencia por bosques de ribera o caducifolios y húmedos (hayedos, robledales, etc.). Durante la época invernal ocupa, además de las citadas anteriormente, zonas como matorrales, jardines o carrizales, siendo observados frecuentemente en grupos junto a reyezuelos (Regulus ignicapillus y Regulus regulus).


Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa:
1 - Papamoscas cerrojillo
2 - Curruca capirotada
3 - Petirrojo europeo
4 - Lavandera blanca
5 - Mosquitero común
6 - Reyezuelo listado
7 - Golondrina común
8 - Vencejo común
9 - Pito Real
10 - Mochuelo europeo
11 - Cotorra argentina
12 - Mito
13 - Colirrojo tizón
14 - Verdecillo
15 - Mirlo común
16 - Carbonero garrapinos
17 - Herrerillo capuchino
18 - Paloma torcaz
19 - Gorrión común

Botánica para todos en la Dehesa de la Villa (XII)

16 de enero de 2013

Nueva entrega de la serie Botánica para todos... en la que Andrés Revilla nos ilustra sobre las acacias.

"Las acacias.
Cuando hablamos de acacias en Madrid tenemos tres referentes en lo que a conocimiento popular se refiere: Gleditsia triacanthos, Sophora japonica y Robinia pseudoacacia. Todas ellas tan distintas de las auténticas acacias que es curioso que se las conozca con este nombre.

G. triacanthos es la llamada acacia tres espinas, por alusión a la forma de sus magníficas defensas antihervíboros. Sus legumbres son grandes, planas y curvadas como una falcata ibérica, recuerdan a las algarrobas. S. japonica presenta legumbres cilíndricas y estranguladas en lomentos, no tiene espinas. R. pseudoacacia tiene frutos planos y muy pequeños. Sus espinas se distribuyen por la corteza joven y su flor es conocida popularmente como “pan y quesillo”.

Fruto de Gleditsia en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012) 

Espinas de Gleditsia en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)

En las plantaciones de la Dehesa del siglo XIX se utilizaron Gleditsia de una variedad denominada inermis por la ausencia de espinas. Aún pueden verse ejemplares de la época en la zona que queda por debajo del CIEMAT. La variedad espinosa se había utilizado como planta de setos, pues cuanto más se la poda más púas produce. Hay restos de estos setos en la zona que rodea el vivero de la UCM y muchos otros sitios. Junto a la Sophora se plantó para sombrear la Senda Real que salía del Buen Retiro y que cruzando por el límite de la Dehesa se dirigía hacia El Pardo, hoy calle de Francos Rodríguez, donde aún quedan ejemplares de aquellos. Es nativa de Norteamérica.

Arriba, una ardilla comiendo Gleditsia en la Dehesa de la Villa. Debajo, los frutos roídos.
(Fotos: A. Revilla, 2012)

Sophora japonica, ahora llamada Styphnolobium japonicum, es nativa de China y Japón. La variedad más cultivada es la pendula. Forma bellos árboles de copas globosas. Sus frutos pegajosos se dispersan fragmentándose de manera natural.

Sophora japonica en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)

Fruto de Sophora japonica en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)

Robinia pseudoacacia es natural de los Apalaches. Su fuerte madera se utiliza para hacer toneles y baldes de madera. Es muy común en paseos. Es buena fijadora de nitrógeno en el suelo, por lo que enriquece los suelos donde crece. Hay una bonita cultivariedad de flor rosa poco utilizada en Madrid, la “casque rouge”.

Frutos de Robinia en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)
 
 Espinas de Robinia en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)

Otras acacias menos comunes son las llamadas mimosas, Acacia dealbata. Estas sí son auténticas acacias. Su floración amarilla es muy temprana y perjudicial para los alérgicos. Prolifera en los parques nuevos aunque su adaptación a Madrid no es buena debido al frío invierno. En grandes áreas del norte y noroeste peninsular se ha convertido en planta invasora con desastrosos resultados para la vegetación y fauna autóctonas. Son nativas del sureste australiano. Su madera es muy dura y suelen crecer retorciéndose sobre si mismas, lo que genera tensiones en la madera que terminan produciendo rotura de ramas. A diferencia de las grandes acacias del paisaje de sabana africano, como la karoo o acacia camello, estas no tienen espinas.

Fruto de acacia karoo o camello en Namibia.
(Foto: A. Revilla, 2006)

Todas ellas pertenecen a la compleja familia de las leguminosas o familias próximas como las mimosáceas (Mimosa púdica) y cesalpináceas (acacia de Constantinopla).

Fruto de Cesalpinea en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)

Hasta la próxima cita".


Serie Botánica para todos en la Dehesa de la Villa:
- I - Flores y semillas de olmos y fresnos
- II - Forsitia o campanilla china
- III - Floración de los cipreses
- IV - Floración de los almendros y los ciruelos rojos
- V - Floración de las praderas
- VI - Los pinos de la Dehesa
- VII - Veronica chamaepithyoides: planta desaparecida
- VIII - Cedros
- IX - Encinas
- X - Madroños
- XI - Retamas
- XII - Acacias
- XIII - Pinos caídos en la Dehesa de la Villa
- XIV - Álamos

Guía etnobotánica de la Dehesa de la Villa: Ficha 2

8 de enero de 2013

Segunda entrega de la Guía de plantas con interés etnobotánico presentes en la Dehesa de la Villa, de Sara Fernández Rosauro. En esta ocasión, la encina, sobre la que ya hemos publicado otro artículo de la serie de Andrés Revilla, Botánica para todos.

Ficha 2: Quercus ilex subsp. ballota

(Foto: A. Revilla, 2008)

Nombre vulgar: encina, carrasca, chaparro
Familia: Fagáceas
Descripción: árbol de hasta 15 m, frecuentemente con copa ancha debido a la poda, o arbusto que forma matorral espeso. Hojas perennes, coriáceas, verde parduscas por el haz y blanquecinas por el envés, las superiores de borde liso u ondulado, las inferiores con los nervios terminados en pinchos, pecioladas, elípticas, a veces agudas. Flores amarillentas, las masculinas agrupadas en ramillas o amentos colgantes, las femeninas agrupadas en menor número, axilares. Fruto con una cúpula escamosa y un aquenio elipsoidal, marrón en la madurez, que se desprende y es lo que se llama bellota
La puedes encontrar: en todo tipo de sustratos, y a pesar de su hoja perenne aguanta todo tipo de inclemencias climatológicas
Época de recolección: las bellotas se recogen en otoño, cuando están maduras y se desprenden fácilmente de la cúpula
Usos:
   * Uso alimenticio: se pueden comer crudas acompañadas con pan; asadas; o cocidas con anís. En las épocas de escasez se consumían mezcladas con trigo y otros granos para fabricar pan. También se usa en la alimentación para el ganado
   * Uso medicinal: la corteza junto con las hojas y las bellotas se ha utilizado en medicina popular por sus propiedades astringentes
   * Otros usos: como combustible, tanto en forma de leña como de carbón
Observaciones: es el árbol más característico e importante de los bosques esclerófilos mediterráneos, que constituyen la vegetación potencial de la mayor parte de la Península
Bibliografía:
- Blanco, E., Monedero, J. (2010). Dehesa de la Villa: Naturaleza en la Ciudad. Ayuntamiento de Madrid, Madrid.
- López G., (2004): Guía de los árboles y arbustos de la Penínusla Ibérica y Baleares
- Tardío, J., Pascual, H., & Morales, R. (2004). Alimentos silvestres de Madrid. Guía de las plantas y setas de uso alimentario tradicional en la Comunidad de Madrid. Ediciones La Librería, Madrid.


Guía etnobotánica de la Dehesa de la Villa:
- Presentación y Ficha 1: Malva silvestre
- Ficha 2: Encina
- Ficha 3: Cardo borriquero

Guía micológica de la Dehesa de la Villa: Fichas 29, 30 y 31

2 de enero de 2013

Ficha 29 (Leocarpus fragilis), Ficha 30 (Mycena alcalina) y Ficha 31 (Fomes fomentarius) de la Guía Micológica de la Dehesa de la Villa, de José Castillo Pollán, Josetas.

Estos días festivos, para quienes disfruten de ellos, pueden ser una buena ocasión para salir a la Dehesa de la Villa a buscar setas. Aquí traemos tres nuevas fichas con algunos de los ejemplares que, con un poco de paciencia y suerte, quizá puedan encontrarse por la Dehesa.

Recordamos a todos los lectores el riesgo de consumir las setas de la Dehesa, incluso aquellas identificadas como comestibles, tal como explicamos en la presentación de la Guía micológica.

Ficha 29: Leocarpus fragilis

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 02-01-2010)

Leocarpus: proviene de las palabras griegas lis, que significa liso o pulido, y karpos, fruto, por sus fructificaciones lisas y brillantes.
Fragilis: del latín fragilis, frágil, delgado.

Fructificaciones: de hasta 1.5 mm, redondas o un poco ovales; de amarillas a anaranjadas y a marrón a la vejez.

Observaciones:  esta especie pertenece a la clase de los myxomycetes que se encuentran, por sus características, en el reino protozoe que, según algunos autores, se encuentra entre el reino animal y el vegetal. En la fase incial, son organismos microscópicos con movilidad sobre el sustrato de forma que se va alimemtando de otros organismos formando unos cuerpos fructíferos llamados plasmodios en los cuales desarrollan las esporas.

Notas: vive en grandes colonias sobre los agujos de los pinos o materia en descomposición; en la Dehesa de la Villa suele ser muy común en condiciones de mucha humedad.

Ficha 30: Mycena alcalina

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 01-01-2010)

Mycena: del griego myke, hongo.
Alcalina: del árabe, alcalí, sosa, por su característico olor alcalino similar al de la lejía.

Sombrero: entre 2 y 3 cm de diámetro, de forma cónica campanuda, con la superficie de la cutícula vistosa y estriada; de color blanco grisáceo, más oscuro hacia el centro.

Pie: de forma cilíndrica, con un tamaño entre 7 - 9 cm de altura x 0.2 cm de grosor. De color blanco por arriba y gris en la parte inferior.

Láminas: blancas, libres y desiguales.

Esporada: de color blanco.

Toxicidad: no comestible.

Notas: las mycenas son muy abundantes en la Dehesa de la Villa pero difíciles de distinguir entre ellas. La alcalina es fácilmente reconocible por su olor característico como a cloro o lejía.

Ficha 31: Fomes fomentarius

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 16-01-2011)

Fomes: del latín fomes, madera seca, yesca, de fácil combustión, por el uso que esta especie tenía para encender fuego.
Fomentarius: también del latín fomes, yesca, por su capacidad anteriormente descrita para atizar el fuego.

Sombrero: en forma de casco de caballo, de tamaño muy grande pudiendo alcanzar hasta los 50 cm de diámetro x 20 cm de grosor. De color blanco de joven y negruzco al envejecer, tiene formas concéntricas cada una de las cuales corresponde a un año de crecimiento.

Himenóforo: formado por poros que terminan en poros muy pequeños de color canela.

Esporada: de color amarillento.

Toxicidad: no comestible por su consistencia leñosa.

Notas: es una especie que puede verse durante todo el año. Pueden encontrarse en todo tipo de árboles, tanto vivos como muertos. En la Dehesa de la Villa sólo se ha visto en un álamo, en el cual se desarrollaban varios ejemplares.