Blog de la Asociación Cultural Amigos de la Dehesa de la Villa
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Botánica para todos en la Dehesa de la Villa (XIII)

26 de agosto de 2013

Nueva entrega de la serie Botánica para todos... en la que Andrés Revilla nos explica el problema que aqueja a los pinos en las praderas de la Dehesa de la Villa.

"Pinos caídos en la Dehesa de la Villa: un problema creciente.
Periódicamente presenciamos la caída de un majestuoso pino en las praderas que se mantienen artificialmente en nuestra Dehesa de Amaniel: uno enorme cayó entre los merenderos de Francos Rodríguez, otro de 150 años nos mostraba en su interior restos de metralla. Uno enorme y bastante inclinado ha caído recientemente en la mediana de Antonio Machado. Días después el viento dañaba las ramas de los que este primero protegía. En esta semana otro más junto a la fuente de la prolongación de la avenida de Trajano. Uno viejo y alto cerca del pino real.

Imagen de los bomberos retirando el pino caído en la mediana de Antonio Machado.
(Foto: A. Revilla; 2013)

Son demasiados en poco tiempo y atestiguan un problema latente en el subsuelo: las raíces de los pinos piñoneros no se desarrollan bien en praderas regadas artificialmente. No es solo un problema derivado de la presencia de hongos xilófagos que las pueden destruir. Es también un problema de mal desarrollo radicular. La presencia continuada de agua en superficie, la que se dedica al riego de la propia pradera, provoca el crecimiento de raíces cortas y superficiales. Incapaces por si mismas de sostener al árbol.

Las raíces de los pinos se desarrollan continuamente. No pensemos que esa raíz que vemos en superficie en las zonas erosionadas se formó cuando brotaba el piñón. El movimiento de la savia construye paredes nuevas en el tronco del árbol y sus ramas todos los años. Estos mismos vasos forman raíces nuevas todos los años. Muchas mueren de forma natural. Otras engrosan y fortalecen llegando a ser dominantes. En la base de los pinos debilitados no se aprecian raíces nuevas. A veces se puede ver incluso como el cuello del árbol, la zona que separa tronco y raíz, está angostada. Presenta menos calibre que el propio tronco.

La caída de estos árboles es un problema de seguridad sin duda para los usuarios de la Dehesa. Es también una pérdida de masa forestal y de vida asociada a los árboles viejos. Sin duda muchos de ellos pertenecen a los plantados en las repoblaciones de Isabel II y patrocinados por la prensa de la época. Son pues una pérdida cultural también.

Sería fantástico identificar todos los árboles con problemas mecánicos de sostén y empezar a tratarlos con técnicas de arboricultura para evitar su pérdida. Estimularles para formar nuevas raíces y evitar los ataques de hongos. Se puede empezar eliminando poco a poco el riego de las praderas donde viven para que se vayan adaptando a la nueva situación hídrica. Hacerlo de golpe puede provocar su muerte por sequía.

También se puede dejar en su sitio alguno de los pinos caídos y dar la oportunidad a cientos de especies que viven de la madera muerta para desarrollarse. Pienso en hongos, insectos, aves insectívoros, etc. Muchos de los insectos que aparecen en inventarios de la Dehesa o que han sido recopilados allí ya no se han vuelto a encontrar. La presencia de madera muerta sin duda les puede ayudar a reconquistar nuestro bosque urbano.

Hasta la próxima cita.


Serie Botánica para todos en la Dehesa de la Villa:
- I - Flores y semillas de olmos y fresnos
- II - Forsitia o campanilla china
- III - Floración de los cipreses
- IV - Floración de los almendros y los ciruelos rojos
- V - Floración de las praderas
- VI - Los pinos de la Dehesa
- VII - Veronica chamaepithyoides: planta desaparecida
- VIII - Cedros
- IX - Encinas
- X - Madroños
- XI - Retamas
- XII - Acacias
- XIII - Pinos caídos en la Dehesa de la Villa
- XIV - Álamos

10 - Mochuelo europeo - Conoce las aves de la Dehesa de la Villa

7 de agosto de 2013

Nueva entrega de la serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa.

Mochuelo europeo (Athene noctua).
Pepe y Gonzalo Monedero

El Mochuelo europeo o común es una pequeña rapaz nocturna que puede ser observada durante todo el año en la Dehesa de la Villa, siendo más fácil su avistamiento y/o escucha en los meses correspondientes a su periodo reproductivo, al que más tarde haremos referencia. En el territorio nacional, el mochuelo es un ave sedentaria y encontramos dos subespecies: la subespecie vidalii, cría en la Península Ibérica y Baleares, y la subespecie glaux, presente en Ceuta y Melilla.

(Foto: J. Monedero, 2012)

Sí que podemos afirmar con seguridad que, al menos, una pareja nidifica de forma continuada todos los años en la Dehesa de la villa. También, en una de las regulares podas que se llevan a cabo en la Dehesa de la villa, se descubrió un Mochuelo adulto descansado en las ramas de un Pino piñonero (Pinus pinea).

(Foto: Carlos Sacristán, podador de la Dehesa, 2011)

En cuanto a sus características, es un ave de aspecto rechoncho con una cabeza voluminosa y muy redondeada que carece de penachos. Presenta un plumaje con predominio de tonos marrones y grisáceos, con motas blancas intercaladas. Generalmente la parte ventral suele ser más clara que la dorsal. En su redondeada cabeza, presenta delgadas manchas blancas y unas cejas blancas muy vistosas que enmarcan unos grandes y llamativos ojos amarillos. Las alas y su cola son cortas y redondeadas y ambas presentan abundantes franjas parduzcas. Su vuelo es rápido y ondulado. No presenta dimorfismo sexual.

El mochuelo, como todas las rapaces nocturnas, presenta excelentes adaptaciones morfológicas que le permiten ser un eficiente cazador nocturno. Algunas de estas adaptaciones son:
-Oídos internos asimétricos: la disposición del oído interno, unos más alto que el otro, les permite obtener una perfecta localización del origen del cualquier sonido.
-Oído externo: es muy amplio y está protegido por un disco de plumas.
-Ojos: son cien veces más sensibles a la luz que los del ser humano y les permiten ver perfectamente en la oscuridad. Están protegidos por una membrana denominada nictitante, que cumple la misión de un tercer párpado vertical además de limpiar y lubricar los ojos.
- Campo visual: presentan un campo visual de 160º, de los cuales, 60º son de visión estereoscópica como la del ser humano.
-Cabeza: de gran movilidad, puede girar ¾ en círculo. De esta forma, vigilan su espalda si tener que cambiar de posición.
-Vuelo insonoro: el borde externo de las plumas de las alas aparece desflecado para dejar pasar el aire sin provocar el más mínimo sonido. De esta forma, consiguen un vuelo insonoro que les permite acercarse a sus presas sin que estas se percaten de su llegada.
-Garras: son las armas de caza de todas las rapaces nocturnas. Presentan unas largas, finas y agudas uñas, que perforan con gran facilidad el cuerpo de sus presas.

Tiene hábitos crepusculares por lo que es fácilmente observable durante el día sobre postes de la luz, tocones, vallas, tejados… Caza desde posaderos, aunque algunas veces prospecta el suelo en busca de insectos y lombrices y, es la más terrestre de las rapaces nocturnas. Realiza una gran variedad de cantos, tanto de día como de noche, que recuerdan al maullido de un gato. Otra costumbre que destaca en el mochuelo, y demás rapaces nocturnas, es la regurgitación de bolas de tono oscuro y tamaño variable formadas por restos indigeribles –pelos, huesos, piel, etc.- de sus presas. Dichas bolas se forman en el estomago, se expulsan por la boca y se conocen con el nombre de egagrópilas. Las egagrópilas podemos encontrarlas fácilmente cerca de los posaderos de las rapaces nocturnas y son un elemento muy importante para conocer la alimentación que siguen o la dimensión del territorio que utilizan para dar caza a sus presas.

(Foto: Brinzal)

Su dieta es muy variada, la cual abarca desde pequeños invertebrados como grillos, saltamontes, escarabajos, polillas, lombrices…hasta vertebrados, especialmente roedores. La ingesta de unas presas u otras dependerá de la disponibilidad local de estas mismas y, de la época del año, siendo el consumo más abundante de invertebrados en verano y de vertebrados en invierno.

Su periodo reproductivo, anunciado por una gran actividad sonora, comienza generalmente a finales de marzo, principios de abril. El nido, si aporte alguno de material, se instala en oquedades relativamente amplias como troncos huecos, madrigueras de conejo, palomares, casas abandonadas…etc. Los pollos suelen nacer a lo largo del mes de mayo y son alimentados por ambos progenitores, aunque  principalmente el macho es el que se encarga de la captura de presas mientras que la hembra se las ofrece a la prole.

Al ser un ave poco exigente, el mochuelo ocupa una gran variedad de hábitats: desde sotos ribereños a parques urbanos, así como dehesas y bosquetes. Sin embargo, tiene preferencia por zonas abiertas, despejadas, sobre todo paisajes agrícolas en los que se alternen distintos tipos de cultivos como de secano, olivares, eriales…con sotos y arbolado disperso.

Como a todos los búhos, siempre se le ha relacionado con la sabiduría y se le suele ver representado junto a la diosa Atenea, quien da nombre a su género (Athene). Además, el nombre de mochuelo es el diminutivo de mocho, es decir, sin orejas.

Por último, mencionar algún dicho que hace referencia a esta pequeña rapaz nocturna:
-“Está más atento que un mochuelo”: sus grandes ojos le proporcionan un aire de ave curiosa y atenta.
-“Cargar con el mochuelo”: se refiere a cargar con la culpa de algo o una obligación nada deseada.


Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa:
1 - Papamoscas cerrojillo
2 - Curruca capirotada
3 - Petirrojo europeo
4 - Lavandera blanca
5 - Mosquitero común
6 - Reyezuelo listado
7 - Golondrina común
8 - Vencejo común
9 - Pito Real
10 - Mochuelo europeo
11 - Cotorra argentina
12 - Mito
13 - Colirrojo tizón
14 - Verdecillo
15 - Mirlo común
16 - Carbonero garrapinos
17 - Herrerillo capuchino
18 - Paloma torcaz
19 - Gorrión común