"Pinos caídos en la Dehesa de la Villa: un problema creciente.
Periódicamente presenciamos la caída de un majestuoso pino en las praderas que se mantienen artificialmente en nuestra Dehesa de Amaniel: uno enorme cayó entre los merenderos de Francos Rodríguez, otro de 150 años nos mostraba en su interior restos de metralla. Uno enorme y bastante inclinado ha caído recientemente en la mediana de Antonio Machado. Días después el viento dañaba las ramas de los que este primero protegía. En esta semana otro más junto a la fuente de la prolongación de la avenida de Trajano. Uno viejo y alto cerca del pino real.
Imagen de los bomberos retirando el pino caído en la mediana de Antonio Machado.
(Foto: A. Revilla; 2013)
Son demasiados en poco tiempo y atestiguan un problema latente en el subsuelo: las raíces de los pinos piñoneros no se desarrollan bien en praderas regadas artificialmente. No es solo un problema derivado de la presencia de hongos xilófagos que las pueden destruir. Es también un problema de mal desarrollo radicular. La presencia continuada de agua en superficie, la que se dedica al riego de la propia pradera, provoca el crecimiento de raíces cortas y superficiales. Incapaces por si mismas de sostener al árbol.
Las raíces de los pinos se desarrollan continuamente. No pensemos que esa raíz que vemos en superficie en las zonas erosionadas se formó cuando brotaba el piñón. El movimiento de la savia construye paredes nuevas en el tronco del árbol y sus ramas todos los años. Estos mismos vasos forman raíces nuevas todos los años. Muchas mueren de forma natural. Otras engrosan y fortalecen llegando a ser dominantes. En la base de los pinos debilitados no se aprecian raíces nuevas. A veces se puede ver incluso como el cuello del árbol, la zona que separa tronco y raíz, está angostada. Presenta menos calibre que el propio tronco.
La caída de estos árboles es un problema de seguridad sin duda para los usuarios de la Dehesa. Es también una pérdida de masa forestal y de vida asociada a los árboles viejos. Sin duda muchos de ellos pertenecen a los plantados en las repoblaciones de Isabel II y patrocinados por la prensa de la época. Son pues una pérdida cultural también.
Sería fantástico identificar todos los árboles con problemas mecánicos de sostén y empezar a tratarlos con técnicas de arboricultura para evitar su pérdida. Estimularles para formar nuevas raíces y evitar los ataques de hongos. Se puede empezar eliminando poco a poco el riego de las praderas donde viven para que se vayan adaptando a la nueva situación hídrica. Hacerlo de golpe puede provocar su muerte por sequía.
También se puede dejar en su sitio alguno de los pinos caídos y dar la oportunidad a cientos de especies que viven de la madera muerta para desarrollarse. Pienso en hongos, insectos, aves insectívoros, etc. Muchos de los insectos que aparecen en inventarios de la Dehesa o que han sido recopilados allí ya no se han vuelto a encontrar. La presencia de madera muerta sin duda les puede ayudar a reconquistar nuestro bosque urbano.
Hasta la próxima cita.
Serie Botánica para todos en la Dehesa de la Villa:
- I - Flores y semillas de olmos y fresnos
- II - Forsitia o campanilla china
- III - Floración de los cipreses
- IV - Floración de los almendros y los ciruelos rojos
- V - Floración de las praderas
- VI - Los pinos de la Dehesa
- VII - Veronica chamaepithyoides: planta desaparecida
- VIII - Cedros
- IX - Encinas
- X - Madroños
- XI - Retamas
- XII - Acacias
- XIII - Pinos caídos en la Dehesa de la Villa
- XIV - Álamos