El Grupo Escolar Francisco Giner, hoy Centro Asociado UNED Andrés Manjón, inaugurado en 1933 en plena Dehesa de la Villa, no puede entenderse sino en el contexto del programa educativo de la II República, diseñado en respuesta a la situación de la educación primaria que había heredado. Sería prolijo, no obstante, tratar de recopilar la evolución de la educación durante tan amplio periodo y excedería a nuestro propósito de centrarnos en los aspectos históricos de la Dehesa de la Villa y sus alrededores. Nos limitaremos, pues, a esbozar unas pinceladas que permitan al lector situarse en la época y en su problemática; aun así, dada la extensión que iba adquiriendo el artículo nos hemos visto obligados a abordarlo en dos partes. Dejaremos para una segunda entrega lo directamente relacionado con el Francisco Giner y nos centraremos en ésta en los antecedentes históricos; que, dicho sea de paso, nos servirán de referencia cuando en próximos artículos abordemos otras construcciones escolares en los alrededores de la Dehesa.
Situación de la enseñanza primaria pública a finales del S. XIX.
La educación era competencia de los ayuntamientos y, si bien el Estado se comprometía a consignar en el presupuesto general una subvención a las localidades que no pudieran sufragar los gastos de primera enseñanza, en la práctica dependía fundamentalmente de los medios locales, casi siempre escasos. Las escuelas se situaban en los lugares más inverosímiles (cuarteles, edificios desamortizados, cobertizos, locales alquilados, etc.), los sueldos de los maestros eran muy bajos (“pasar más hambre que un maestro escuela”) y el programa escolar no iba más allá de las reglas básicas.
Dadas estas condiciones, no es de extrañar que la situación de la enseñanza en España a finales del S. XIX no fuera muy boyante, si nos atenemos a las cifras de población escolarizada y analfabetismo.
Así, según un censo de 1860, el 75,5% de la población española era analfabeta total y un 5% sabía leer pero no escribir, con mayor incidencia entre las mujeres (91% de analfabetas) que en los hombres (69%). Un nuevo censo en 1900 arroja la cifra de un 57% de analfabetos (el 46% de los hombres y el 66% de las mujeres).
En cuanto a la población escolarizada, a principios del XIX, apenas llegaba al 25%, hacia 1879 la tasa de escolarización primaria no llegaba aún al 26% (36% de los niños y sólo del 11% de las niñas) y a principios del S. XX, el porcentaje seguía siendo muy bajo (38%). Entretanto, países europeos como Francia, Bélgica, Alemania… tenían porcentajes de escolarización entre el 60% y el 90% llegando a principios del S. XX casi a la escolarización universal.
Una población diseminada, predominantemente en ámbitos rurales bastante aislados e incomunicados, la falta de medios y una escasa sensibilidad hacia la educación se citan frecuentemente como los principales factores causantes del analfabetismo y la escasa escolarización.
Golfillos recogidos en el Campamento de Desinfección.
A la vista de las cifras de escolarización, no sorprenden imágenes como la de esta conocida foto que refleja el momento en que los golfillos son recogidos en el Campamento de Desinfección. Sobre todo a partir de fines del XIX abundaban los niños vagabundos, abandonados o delincuentes, que malvivían en las calles pidiendo limosna o cometiendo delitos menores y aparecen instituciones y normas que pretenden su inserción en la sociedad y su control, ofreciéndoles cuidados físicos y cierta formación.
(Foto: autor desconocido, entre 1901 y 1910; Memoria de Madrid)
En este contexto, la fundación de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) por Francisco Giner de los Ríos en 1876 junto con profesores apartados de la Universidad y la creación del Museo Pedagógico Nacional en 1882 bajo la dirección de Manuel Bartolomé Cossío vinieron a ser los grandes factores de cambio hacia la escuela moderna, tanto en cuanto a sus condiciones higiénicas como pedagógicas.
La escasez de centros escolares apropiados trató de paliarse durante las últimas décadas del XIX, sucediéndose regulaciones, disposiciones y convocatorias de subvenciones para la construcción de escuelas; pero muy pocos proyectos se llevan a la práctica, en parte debido a la escasez de fondos municipales, lo que llevó a que paulatinamente el Estado se fuera haciendo cargo de las competencias en educación.
De esta época de finales del S. XIX destacan en Madrid:
- Las Escuelas Aguirre (1886, calle Alcalá, esquina O’Donnell y Aguirre; hoy Casa Árabe de Madrid).
Clases de niños y niñas en las Escuelas Aguirre
Existen bastantes fotografías de las escuelas Aguirre, pero pocas hemos visto de sus interiores. En estas, podemos contemplar dos aulas, una de niñas y otra de niños.
(Fotos: J. Lacoste, 1900; Memoria de Madrid)
- La Escuela Modelo para párvulos (1875, construida sobre el antiguo convento de Maravillas en la plaza del Dos de Mayo; hoy, CEIP Pi i Margall).
Escuela Municipal de la Plaza del Dos de Mayo (Escuela Modelo)
(Foto: J. Lacoste, 1885; Memoria de Madrid)
La situación a principios del S. XX.
El proceso de intervención del Estado experimenta un fuerte empujón con la creación, en 1900, del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, con el objetivo prioritario de potenciar la construcción de escuelas. Un año después, los maestros pasan a ser funcionarios del Estado y se aumenta la escolarización de tres a seis años. En 1911 se crea la Dirección General de Enseñanza Primaria. Surge una gran preocupación por la carencia de edificios escolares y el estado de conservación de las existentes (se estima que más de 7.000 escuelas están en malas condiciones) y, en 1920, se promulga un Real Decreto por el que se crea la Oficina Técnica de Construcciones Escolares dentro del Ministerio de Instrucción, asumiendo el Estado la responsabilidad directa sobre la construcción y financiación de escuelas primarias.
Los resultados no se hacen esperar y de 216 centros construidos entre 1900 y 1921, se pasó a construir 1.040 secciones de escuelas graduadas y 713 escuelas unitarias entre 1922 y 1930.
Por su parte, el analfabetismo se fue reduciendo paulatinamente: en 1910 era del 51% (41% entre los hombres, y el 59% entre las mujeres); en 1920, del 43% (35% hombres y 51% mujeres) y para 1930 se había reducido al 32% (25% hombres y 36% mujeres).
Durante esta época, la ILE incrementó su influjo no sólo en la política educativa, a través de Salmerón y Ruiz Zorrilla (Partido Republicano) y de Besteiro y Fernando de los Ríos (PSOE), sino también desde abajo, formando a maestros en sus centros que luego obtenían mejores calificaciones en las oposiciones por su mejor preparación. De esta época son también la Junta de Ampliación de Estudios (1907) que becaba a maestros para formarse en el extranjero, la Residencia de Estudiantes (1910) y el Instituto Escuela (1918). Claros ejemplos de este influjo fueron el nombramiento de Rafael Altamira, afín a la ILE, como primer director de Enseñanza Primaria; el paso de las escuelas unitarias (una misma aula para alumnos de distintas edades) a las graduadas (separación de edades y niveles por aulas)…
En esta época, se construyeron en Madrid:
- Las denominadas escuelas Conmemorativas de Alfonso XIII: Alfonso XIII (1903, calle Fuenterrabía; hoy CEIP S. Isidoro); La Florida (1904, calle Florida; desaparecidas); Reina Victoria (1907, calle Príncipe de Vergara esquina Maldonado; posteriormente Colegio General Mola y desde el curso 2010-11 nuevamente CEIP Reina Victoria); Bailén (1907, calle Bailén; hoy CEIP Vázquez de Mella); y Vallehermoso (1907, hoy CEIP Fernando el Católico, en la calle del mismo nombre).
Interior de los grupos escolares Vallehermoso (izquierda) y Reina Victoria (derecha)
(Fotos: autores desconocidos, 1904 y 1905; Memoria de Madrid)
- Los grupos escolares del Patronato de la Reina Victoria: Príncipe de Asturias (1913, junto a los antiguos jardines de la facultad de veterinaria, calle Embajadores; hoy, sólo en pie alguno de sus pabellones junto al IES Cervantes); y Grupo Escolar Cervantes (1918, Santa Engracia esquina con Raimundo Fernández Villaverde; hoy CEIP Miguel de Cervantes).
- Los grupos escolares del Proyecto Dicenta, promovidos por el Ayuntamiento bajo la Junta Municipal de Primera Enseñanza de Madrid: Conde de Peñalver (1915, calle Tabernillas; hoy CEIP Ntra. Sra. de la Paloma); las Escuelas Bosque (1917, Dehesa de la Villa; hoy sólo en pie un pabellón que forma parte del Centro Cultural Juan Gris, junto al CEIP El Bosque; recordemos a los lectores que la Asociación tiene editada una publicación sobre la historia de las Escuelas Bosque).
Escuelas Bosque en la Dehesa de la Villa
(Foto: J. Lacoste, primer cuarto S. XX; Memoria de Madrid)
- Los grupos escolares del Plan de 1922, que fueron inaugurados entre 1928 y 1930: Pardo Bazán (1928, calle Ventorrillo; hoy CEIP Emilia Pardo Bazán); Menéndez Pelayo (1929, calle Méndez Álvaro; en la actualidad CEIP Menéndez Pelayo); Jaime Vera (1929, calle Bravo Murillo; hoy CEIP Jaime Vera); Concepción Arenal (1930, calle Antonio López; hoy CEIP Concepción Arenal); Pérez Galdós (1930, Plaza de la Moncloa; derruido durante la Guerra Civil); y Joaquín Costa (1930, Paseo de Pontones; hoy CEIP Joaquín Costa).
Grupo Escolar Pérez Galdós derruido durante la Guerra Civil
(Foto: Baldomero, fecha desconocida; Archivo Rojo)
- Y, por lo que a la Dehesa de la Villa concierne, no podemos dejar de mencionar, además, el Asilo de La Paloma (1910), al que dedicamos un artículo hace ya algunos meses.
La creación de centros escolares durante la II República.
Las líneas educativas de la II República emanaban de la Constitución de 1931, cuyo artículo 48, impregnado de la filosofía de la Institución Libre de Enseñanza, dictaminaba: “El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado y lo prestará mediante instituciones educativas enlazadas por el sistema de la escuela unificada:
- La escuela primaria será gratuita y obligatoria.
- Los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial son funcionarios públicos. La libertad de cátedra queda reconocida y garantizada.
- La República legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin de que sólo condicionen la aptitud y la vocación.
- La enseñanza será laica y se inspirará en ideales de solidaridad humana.
- Se reconoce a las Iglesias el derecho, sujeto a inspección del Estado, de enseñar sus respectivas doctrinas de solidaridad en sus propios establecimientos.”
Establecía, igualmente, la coeducación (participación de los dos sexos en una misma aula).
Con esta filosofía, la II República se enfrentaba a una situación nada halagüeña: un alto porcentaje de la población escolar no estaba bien escolarizada, había escasez de maestros y de edificios escolares... como medida de urgencia hubo que improvisar edificios, material y personal docente y el Ministerio de Instrucción Pública se comprometió a edificar 27.000 nuevas escuelas en cinco años.
Existe gran disparidad de criterio entre los investigadores a la hora de cifrar la creación de escuelas bajo la República. Un Real Decreto del 22 de febrero de 1936 cifraba en 16.409 las escuelas creadas desde el inicio de la República, pero algunos historiadores aumentan la cifra hasta las 24.000, mientras que otros hablan de 14.000, otros de 7.000... Este esfuerzo de creación de plazas escolares se vio acompañado de la reforma y ampliación de otros muchos centros escolares, la creación de plazas de maestros (21.293, un 56% más de las existentes), así como de otras actuaciones encaminadas a mejorar la calidad de la educación y la lucha contra el analfabetismo (cantinas escolares, colonias, bibliotecas circulantes, Misiones Pedagógicas...). Es igualmente difícil precisar la reducción del analfabetismo debido a la escasez de estadísticas durante el periodo de la Guerra Civil, pero según el censo de 1940, el analfabetismo se había reducido al 23% (17% entre los hombres y 28% entre las mujeres).
Los principales nuevos centros inaugurados en Madrid en esta época fueron:
- Plan de 1931:
* 11 de febrero 1933: Blasco Ibáñez (calle José Cañizares, desaparecida con la Plaza de España; hoy desaparecido); Tomás Bretón (Paseo de Pontones; sustituido por uno nuevo en la calle Alejandro Dumas al ampliarse la fábrica de Mahou); Pablo Iglesias (calles Larra y Barceló; hoy CEIP Isabel la Católica); Lope de Rueda (calle Lope de Rueda; hoy CEIP Ntra. Sra. de la Almudena); Rosario de Acuña (calle María del Carmen, antigua España, hoy Centro Cultural S. José de Calasanz).
Grupo Escolar Pablo Iglesias
(Foto: Cortés y Videa, Crónica, 1934; Hemeroteca BNE)
* 14 de abril 1933: Marcelo Usera (calle Perales de Tajuña, antigua El Empecinado; hoy CEIP Marcelo Usera); Francisco Giner (calle Francos Rodríguez; hoy centro UNED Andrés Manjón); Claudio Moyano (calle Cea Bermúdez; hoy CEIP Claudio Moyano); Joaquín Sorolla (calle Abascal; hoy dividido entre Colegio Rufino Blanco y Escuela Universitaria de Biblioteconomía y Documentación); Amador de los Ríos (calle Marqués de Zafra; hoy CEIP con la misma denominación); Joaquín Dicenta (paseo de los Olivos; hoy CEIP Joaquín Dicenta); Tirso de Molina (paseo de la Ermita del Santo, antigua carrera de S. Isidro; hoy CEIP Ermita del Santo).
* 6 de noviembre 1933 (inicialmente previstos para 15 de septiembre): Alcalá Zamora, inaugurado como 14 de Abril (avenida Ciudad de Barcelona, antigua Pacífico; hoy CEIP José Calvo Sotelo); Miguel de Unamuno (calle Alicante; hoy CEIP Miguel de Unamuno); Leopoldo Alas (calle Pedrezuela, antigua Ctra. del Este; hoy CEIP Leopoldo Alas); Nicolás Salmerón (calle Pradillo; hoy CEIP y Centro Cultural Nicolás Salmerón); Emilio Castelar (calle Infanta Mercedes; hoy IES Jaime Vera); Alfredo Calderón (avenida Alfonso XIII, ciudad Jardín; hoy CEIP Padre Poveda).
- Plan de 1933: Ramón López Rumayor (paseo del Prado; hoy CEIP Palacio Valdés); Pedro Atienza (calle del Dante; desaparecido); Lope de Vega (Calle Inglaterra, Usera; hoy CEIP Lope de Vega); Fernández Moratín (avenida de Valladolid, antes Jardines de S. Antonio de La Florida; hoy CEIP Fernández Moratín).
Grupos escolares Fernández Moratín (izquierda) y López Rumayor (derecha) el día de su inauguración
(Foto: autor desconocido, El Sol, 1936; Hemeroteca BNE)
Y, hasta aquí, este recorrido histórico por la enseñanza primaria pública que no pretende ser exhaustivo. Hubo, de hecho, otros muchos centros escolares, tanto privados como públicos, que no hemos recogido y la evolución de la pedagogía daría para un libro entero. Emplazamos al lector a la segunda entrega donde daremos todos los detalles acerca del Grupo Escolar Francisco Giner, desde el proyecto hasta nuestros días.
Bibliografía:
- Ayuntamiento de Madrid, (1920): La Enseñanza Primaria en Madrid
- Ayuntamiento de Madrid: Informe sobre la Ciudad Año 1929: Instrucción Pública
- Ayuntamiento de Madrid, (1935): Relación de las Escuelas y Grupos Escolares clasificados por distritos
- Dicenta, J. (1910): Informe sobre reorganización de la Enseñanza Municipal de Madrid
- Laspalas Pérez, F.J. (1991): La escolarización elemental en España según el censo de Godoy (1797)
- Liébana Collado, A. (2008): Abril del 33: 75 aniversario de la inauguración de 20 nuevos centros escolares públicos en Madrid
- Liébana Collado, A. (2009): La educación en España en el primer tercio del siglo XX: la situación del analfabetismo y la escolarización
- Pastor Ugena, A. (1994): Situación de la escuela primaria en Madrid durante la Segunda República. La acción socialista en el Ayuntamiento (1931 – 1933)
- Pozo Andrés, M.M. (1997): «Etapa dorada» de la graduación escolar en Madrid: Conflictos políticos y realidades pedagógicas (1891-1922)
- Rodríguez Méndez, F.J. (2004): Arquitectura escolar en España (1857 – 1936). Madrid como paradigma
Otra vez mi enhorabuena. Una buena forma de comenzar el año 2011: leyendo esta primera entrega de la historia de un centro que, en su momento, fue ejemplo de una nueva concepción de los espacios educativos por parte de las autoridades republicanas, y de los nuevos métodos pedagógicos. Ya estoy impaciente por leer la segunda...
ResponderEliminarMis mejores deseos para redactores y lectores.
Gracias, Jesús, por acudir puntual a nuestras entregas y por tu reconocimiento. Efectivamente, la historia del Grupo Escolar Francisco Giner es apasionante en tanto en cuanto es un fiel reflejo de la evolución de la pedagogía durante el S. XX. Algo de todo esto y otras muchas más cosas contaremos en la segunda entrega, que esperamos poder publicar en breve.
ResponderEliminarInteresantísimo tema, muchas gracias por este trabajo tan completo, Amigos de la Dehesa.
ResponderEliminarsaludos!
Gracias a ti, Mercedes, por tu visita y tu comentario.
ResponderEliminarDesde luego, el tema es interesante y, además, permite abordarlo desde múltiples perspectivas (pedagógica, arquitectónica, sociológica, política...); corríamos el riesgo de extendernos demasiado y alejarnos de nuestra perspectiva de la Dehesa, así que tuvimos que conformarnos con estas pinceladas y dejar de lado otros muchos colegios reformados durante este periodo, colegios privados, así como muchos aspectos de la historia de la pedagogía o incluso de la propia ILE, que daría por sí misma para varios artículos.
Esperamos seguir viéndote por aquí para la segunda parte de este artículo.
Espero con impaciencia la segunda entrega...
ResponderEliminarPara lso habotantes del barrio, el Colegio Nacional ANDRES MANJON ha sido todo un referente en nuestra vida (igual que el IP V: sus profesores, sus alumnos, todo lo que le rodeaba...
Pruba de ello es que un par de grupos de facebook quieren recoger como punto de encuentro a los antiguos alumnos
http://www.facebook.com/?ref=logo#!/group.php?gid=49929492530y http://www.facebook.com/#!/group.php?gid=73102266360
El colegio Reina Victoria de la calle Príncipe de Vergara esquina Maldonado no ha desaparecido. Precisamente este curso ha recuperado el nombre después de 70 años llamándose colegio General Mola.
ResponderEliminarGracias, Emilio, por hacernos saber de los grupos de antiguos alumnos del Andrés Manjón en Facebook; os haremos una visita e incluiremos los enlaces en el próximo capítulo, enteramente centrado en el Francisco Giner/Andres Manjón.
ResponderEliminarGracias, Anónimo, por la corrección. No ha sido fácil seguir el rastro de todos los colegios mencionados y en algunos casos, como en el de Reina Victoria, los cambios de nombre nos han podido despistar.
ResponderEliminarActualizamos el artículo para subsanar el error.
Es muy positivo recordar que en un tiempo no muy lejano se ocuparon de crear nuevos centros y de mejorar la educación,... el volver la vista atrás permite aprender sobre como ir hacía delante. Espero que con la segunda parte pendiente veamos más claro que todo aquello que se construya sobre la educación es un seguro de bienestar del futuro.
ResponderEliminarGracias, anónimo, por tu visita y tu comentario. Totalmente de acuerdo contigo, la educación debería ser uno de los pilares sobre los que debería basarse la sociedad. Desafortunadamente, a lo largo de la historia la educación ha estado demasiado sometida a los vaivenes de la situación política. Algo de todo esto podremos ver en la segunda parte, que esperamos poder publicar en breve.
ResponderEliminarLo
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