El final de las Guerras Carlistas.
Un hecho esencial en el reinado de Alfonso XII fue el fin de la última Guerra Carlista. Los trastornos políticos ocurridos en España con el destronamiento de Isabel II (1868), el efímero reinado de Amadeo I (1869-73), la fugaz I República (1873-74) y el interino gobierno provisional de Serrano, crearon un clima favorable para el desarrollo de la tercera Guerra Carlista, que tiene fin durante el reinado de Alfonso XII. Esta tercera guerra se desarrolló principalmente en el País Vasco y Navarra, donde los seguidores del pretendiente Carlos VII se habían adueñado de casi todas las provincias, excepto las grandes capitales.
Retrato oficial de Carlos VII, nombre con el que Carlos María de Borbón y Austria-Este pretendió el trono de España.
(Foto: fecha y autor desconocidos; Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional)
Entrada de S.M. el rey Alfonso XII en Pamplona el 28 de febrero de 1876.
(Grabado: La Ilustración Española y Americana, 1876; Hemeroteca BNE)
La prensa de la época publicó los hechos más importantes de armas ocurridos en las diferentes campañas, de tal manera que es fácil estudiar en sus páginas detenida y exactamente el principio, el desarrollo y el fin de la última guerra carlista.
Atlas topográfico de la narración militar de la Guerra Carlista de 1869 a 1876.
(Plano: Cuerpo de Estado Mayor del Ejército - Depósito de la Guerra, 1883; Biblioteca Nacional)
El Campamento de Amaniel, 18/19-marzo-1876.
Una vez finalizada la contienda las tropas vencedoras acamparon en la Dehesa de Amaniel y Madrid entero quiso verlo. Como ocurriera tras la campaña de África en 1860 durante el reinado de Isabel II, hubo extraordinarios festejos que el pueblo matritense, entusiasta como ninguno, celebró en honor de S.M. el Rey, los generales y las tropas que vencieron en las provincias del Norte al carlismo armado.
Las tropas el día de su partida del Campamento de Amaniel rodeadas de la multitud.
(Grabado: La Ilustración Española y Americana, 1876; Hemeroteca BNE)
La prensa de la época recogió con minuciosidad el campamento de Amaniel: “En la Dehesa de este nombre, situada a tres kilómetros de la corte, fue construido en breves horas el campamento donde debían albergarse, en los días 18 y 19 de marzo las fuerzas de los ejércitos del Norte, designadas para acompañar a SM el Rey a su entrada en Madrid”.
A los 25.000 soldados que albergaba el campamento, hay que agregar un gentío de más de 100.000 almas, que a pie, a caballo y en toda especie de vehículos, pululando de aquí para allá, prestaban a aquellos campos una animación extraordinaria.
Preparativos para la construcción del Campamento de Amaniel. El grabado, realizado tres días antes de la llegada de las tropas, muestra diferentes escenas populares, incluyendo las inscripciones propias de "extramauros con una ortografía que no admite seguramente la Academia Española (sic)".
(Grabado: La Ilustración Española y Americana, 1876; Hemeroteca BNE)
A los 25.000 soldados que albergaba el campamento, hay que agregar un gentío de más de 100.000 almas, que a pie, a caballo y en toda especie de vehículos, pululando de aquí para allá, prestaban a aquellos campos una animación extraordinaria.
“Ocupaba la improvisada población militar una circunferencia de 6 kilómetros, y la formaban numerosas tiendas de varias clases; en el centro se elevaba el pabellón regio, magnífica tienda regalada a Dª Isabel II por el Ayuntamiento de Villena, en 1856".
Tienda de Alfonso XII.
De forma hexagonal, estaba cubierta con lona blanca y azul y adornada con banderas y trofeos militares. Por dentro, estaba forrada de ricos cortinajes de franjas azules, encarnadas y amarillas en la parte central y de franjas blancas, encarnadas y verdes en los salientes. Estaba amueblada con diferentes piezas de mobiliario "del mejor gusto", incluyendo la cama en la que pernoctaría el Rey y una mesa excelentemente preparada para comedor.
(Grabado: La Ilustración Española y Americana, 1876; Hemeroteca BNE)
De forma hexagonal, estaba cubierta con lona blanca y azul y adornada con banderas y trofeos militares. Por dentro, estaba forrada de ricos cortinajes de franjas azules, encarnadas y amarillas en la parte central y de franjas blancas, encarnadas y verdes en los salientes. Estaba amueblada con diferentes piezas de mobiliario "del mejor gusto", incluyendo la cama en la que pernoctaría el Rey y una mesa excelentemente preparada para comedor.
(Grabado: La Ilustración Española y Americana, 1876; Hemeroteca BNE)
"Cerca de este pabellón había otras dos espaciosas tiendas para los generales en jefe y los ayudantes del Rey; otra más se alzaba detrás con destino a buffet, para los altos funcionarios y convidados". Como curiosidad, diremos que este pabellón buffet fue el mismo que se utilizó, con idéntico fin, durante la inauguración del Canal de Isabel II.
"Enfrente, en primera línea se hallaban acampados los batallones: de Barbastro; Ciudad Rodrigo; Arapiles…
"Enfrente, en primera línea se hallaban acampados los batallones: de Barbastro; Ciudad Rodrigo; Arapiles…
En la segunda línea estaba el regimiento de Marina; el de Mallorca; el batallón de Cuba; el heroico de Manila…
En la tercera línea formaban los húsares de Pavía.
Por último a retaguardia del pabellón regio acompañaban los alabarderos y los guardias del Rey, los individuos de la contraguerrilla de de Miranda, los forales guipuzcoanos y navarros, los miñones de Vizcaya y una sección de artillería de montaña”.
En total, alrededor de 600 tiendas del tipo marquesinas o cañoneras, 40 tiendas cónicas y 400 "sacos tienda". Muchas de ellas, según relatan los cronistas, ya habían sido utilizados en la campaña de África como podía comprobarse por su mal estado y por estar "manchadas de color rojo sombrío, que indican ser de sangre de aquella memorable campaña".
Vista general del campamento.
(Grabado: La Ilustración Española y Americana, 1876; Hemeroteca BNE)
“El campamento de Amaniel fue objeto de animadísima y concurrida romería para el pueblo madrileño en el día 19, y a él llegó SM el Rey a las nueve y media de la mañana, acompañado del Ministro de la Guerra, de los generales en jefe, de los comandantes generales de los cuerpos y de varios mariscales de campo, brigadieres, ayudantes, etc. siendo aclamado por el ejército y saludado con entusiasmo por la inmensa muchedumbre”.
“Una hora después llegó también S.A.R. la serenísima Princesa de Asturias, y a las once en punto se celebró el santo sacrificio de la misa en un pabellón preparado al efecto, oficiando el Excmo. Sr. Patriarca de las Indias, auxiliado por los capellanes de honor de S.M.”.
Celebración de la misa de campaña en el Campamento de Amaniel.
Situada en el extremo oriental del campamento, la capilla de campaña era de lona blanca y azul y estaba coronada por una cruz de alrededor de un metro de altura. Nótese, en el centro, uno de los capirotes del Viaje de Agua de Amaniel.
(Foto: J. Laurent, 1876; Archivo Ruiz Vernacci, D.G. Bellas Artes)
Situada en el extremo oriental del campamento, la capilla de campaña era de lona blanca y azul y estaba coronada por una cruz de alrededor de un metro de altura. Nótese, en el centro, uno de los capirotes del Viaje de Agua de Amaniel.
(Foto: J. Laurent, 1876; Archivo Ruiz Vernacci, D.G. Bellas Artes)
Desfile de las tropas por Madrid, 20-marzo-1876.
A las nueve y media de la mañana del día 20 salió del Campamento S.M. el Rey al frente de las tropas, y poco después entraba en la capital por la calle de Ferraz. Un pueblo inmenso se apiñaba en calles y plazas y vitoreaba al joven monarca, a los generales y a los soldados vencedores desde los balcones engalanados con vistosas colgaduras y emblemas de triunfo.
Engalanamiento de una casa palacio en la calle Valverde, con colgaduras de terciopelo carmesí en los balcones, retrato de Alfonso XII en el mirador central, escudo de armas con banderas y alusiones patrióticas a los lados, y aparato de gas para iluminación nocturna del conjunto.
(Grabado: La Ilustración Española y Americana, 1876; Hemeroteca BNE)
Se levantaron varios arcos conmemorativos en la plaza de S. Marcial, calle de Alcalá y calle Mayor con inscripciones como estas: Al rey Don Alfonso XII, Pacificador de España; A SM el Rey Constitucional Don Alfonso XII...
Arco de Triunfo erigido en las inmediaciones del Cuartel de S. Gil, plaza de S. Marcial (hoy Plaza de España). Decorado con panoplias y trofeos de armas, cañones tomados a los carlistas, banderas y la inscripción A Su Majestad el Rey y al ejército de operaciones.
(Grabado: La Ilustración Española y Americana, 1876; Hemeroteca BNE)
Arco de Triunfo erigido en la calle Mayor frente a la Casa del Ayuntamiento en la plaza de la Villa. Engalanado con trofeos militares, banderas, gallardetes, escudos de España y de Madrid y la inscripción A S.M. el Rey Constitucional Don Alfonso XII y al Ejército y Armada, la Villa de Madrid.
(Foto: J. Laurent, 1876; Urbanity)
Igualmente, se iluminó profusamente plazas, edificios y palacios significativos, tales como los jardines de la plaza de Oriente, el Museo del Prado, la Puerta de Alcalá, el Palacio del Marqués de Campo...
Los actos conmemorativos culminaron con el canto de un Te Deum en acción de gracias en la Basílica de Atocha a media mañana y el desfile de las tropas en la Plaza de la Armería por la tarde.
Esta jornada también fue recogida por Pérez Galdós en Cánovas, uno de los Episodios Nacionales, dedicado a Cánovas del Castillo, el artífice de las negociaciones políticas con los carlistas, la abdicación de Isabel II y el retorno de Alfonso XII.
6 comentarios:
Qué pena que vencieran estos antecesores de Zapatero y de Juanca.
Si hubieran vencido los carlistas, España hubiera vuelto a sus raíces católicas y monárquicas, como en la época de Felipe II, y desde luego no hubiera existido el problema separatista.
Cada uno es libre de tener su opinión y de expresarla, siempre que lo haga con respeto. No pretende, no obstante, este artículo ni el blog en general suscitar la controversia ni la discusión política, sino tan sólo recoger los hechos históricos relacionados con la Dehesa de la Villa tal como fueron, o tal como lo cuentan las crónicas de la época, sin entrar en valoraciones políticas.
Interesantísima información que desconocía por completo.
Soy carlista y desde crío hasta adulto he disfrutado de la dehesa de la villa desconociendo esta historia (como comprenderán, triste para mi) completamente.
Muchas gracias.
Nos alegra que el artículo haya sido de tu interés y te haya resultado útil. Este era uno de nuestros propósitos cuando abrimos este blog, investigar y divulgar hechos históricos acontecidos en la Dehesa que son desconocidos para la mayoría. Conocer la historia de la Dehesa nos ayuda a disfrutar más de ella.
Tengo constancia familiar que el Cronista de Campaña de Carlos VII en la ultima guerra fue Jose María Suarez de Urbina Cañaveral, aguerrido carlista y "juglar de Cantares de Gesta" según VAzquez de Mella y de Valle Inclán (carlista arrepentido) y que fue merecedor del título de Conde de Guernica..
¿Me pueden dar información al respecto?
Gracias de antemano.
Muchas gracias, Antonio, por el apunte que haces. Lo sentimos pero nosotros no somos especialistas en el carlismo, tan sólo hemos recogido una breve introducción en este artículo para poner en contexto el campamento que se organizó en la Dehesa de Amaniel. Quizá en foros o blogs más especializados en asuntos carlistas puedas encontrar la información o entrar en contacto con expertos que te puedan ayudar con tu búsqueda.
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