Blog de la Asociación Cultural Amigos de la Dehesa de la Villa
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Con nuestros mejores deseos...

22 de diciembre de 2014

Como ya es costumbre durante estos últimos años, la Asociación Cultural Amigos de la Dehesa de la Villa quiere aprovechar este espacio para desear a todos sus socios y amigos unas felices Navidades y un próspero y ecológico año 2015.


(Foto: G. Monedero, 2014)

Plan de gestión de arbolado de la Dehesa de la Villa

16 de noviembre de 2014

Informe de las actuaciones realizadas en la Dehesa de la Villa dentro del plan de gestión de arbolado.

A lo largo de este año se han producido en Madrid varios accidentes provocados por la caída de árboles en parques y calles. La Dehesa tampoco es ajena a este tipo de sucesos. En este blog hemos informado anteriormente de caídas accidentales así como de los apeos de árboles que en ocasiones ha habido que realizar para evitar riesgos de caídas, como los que se puede apreciar en la imágenes a continuación.


(Foto: archivo Amigos de la Dehesa, 2014)

(Foto: archivo Amigos de la Dehesa, 2014)

Afortunadamente, en la Dehesa de la Villa contamos con un Plan de gestión del arbolado para tratar de reducir lo máximo posible este riesgo. Incluimos a continuación el informe con el detalle de todas las actuaciones realizadas.





Restos de la Guerra Civil en la Dehesa de la Villa y alrededores

17 de octubre de 2014

Sobre los restos que de la Guerra Civil perviven en la Dehesa de la Villa, la Ciudad Universitaria y el Parque del Oeste.

El pasado mes de abril, Cristina Cabrero Poch, estudiante del 3º Curso del Grado de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, nos envió un correo solicitándonos ayuda a través de nuestro formulario de contacto. Junto con otras dos compañeras (Cristina de la Casa y Ana de Oliveira) estaba realizando un trabajo en la asignatura de Patrimonio Histórico Artístico y Gestión Cultural para el profesor Francisco José Moreno Martín, consistente en la apertura de un expediente administrativo de incoación de Bien de Interés Cultural (BIC) para los restos arqueológicos de la Guerra Civil en la zona de Ciudad Universitaria, incluyendo a la Dehesa de la Villa.

Comenzaron su trabajo en marzo del presente año y tras la consulta bibliográfica, habían conseguido catalogar las diferentes estructuras que de la Guerra Civil se conservan en la Dehesa. Pero les faltaba su localización exacta y nos pidieron acompañarlas para verlas in situ y proceder a su geolocalización. Así, en el mes de abril las acompañamos en un paseo de casi tres horas por la Dehesa para visitar los distintos restos de la Guerra.

El trabajo quedó listo en los meses posteriores y fue presentado a principios de junio. Hace unas semanas, tal como nos prometieron, nos lo hicieron llegar y nos pareció una documentación excelente para el propósito divulgativo de este blog. Si bien se trata de un trabajo académico, está realizado con rigor y proporciona un inventario y su localización por coordenadas de los restos que todavía pueden observarse en la Dehesa, la Ciudad Universitaria y el Parque del Oeste (trincheras, búnkeres, nidos de ametralladoras, cuevas de armas, restos de impactos...).

Lo reproducimos a continuación con la autorización expresa de las autoras, a quienes les agradecemos su amabilidad y el interés mostrado por la Dehesa. Les deseamos suerte para concluir sus estudios y para que puedan desarrollar una prolífica carrera como historiadoras; y que, cuando esto ocurra, recuerden este trabajo sobre la Dehesa y, por qué no, nos obsequien con más investigaciones sobre su pasado y acontecimientos históricos.

Expediente para la declaración como Sitio Histórico (BIC) de los restos de la Guerra Civil en la Ciudad Universitaria.
Cristina Cabrero Poch
Cristina de la Casa Rodríguez
Ana de Oliveira Escalonilla




Anexo 1: Fotografías actuales.



Anexo 2: Imágenes históricas.



Anexo 3: Croquis y Esquemas.



Anexo 4: Cartografía.



15 - Mirlo común - Conoce las aves de la Dehesa de la Villa

25 de septiembre de 2014

Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa.

Mirlo común (Turdus merula).
Pepe y Gonzalo Monedero

El mirlo común es un ave que puede ser observada con gran asiduidad durante todo el año en la Dehesa de la Villa. Durante los meses más fríos pueden llegar individuos invernantes procedentes del centro y norte de Europa. En la Península Ibérica es un ave generalmente sedentaria que, en ocasiones, puede realizar algún desplazamiento local o regional.

De mediano tamaño y con tonos uniformes y oscuros, presenta un aspecto muy característico. El macho de color negro, presenta un pico y un anillo ocular amarillo- anaranjado, mientras que la hembra es marrón oscura, con un pico amarillento o parduzco. El juvenil tiene un aspecto parecido a la hembra pero presenta pequeñas motas blancas distribuidas por la zona ventral y dorsal principalmente. Para los que se inician en la observación de aves, tener cuidado para no confundirlo con el estornino negro (Sturnus unicolor) o pinto (Sturnus vulgaris).

Mirlo macho con su característico plumaje en la Dehesa de la Villa.
(Foto: G. Monedero, 2014)

Atendiendo a su comportamiento, se caracteriza por ser una de las aves que más pronto comienza a cantar, a veces desde finales del invierno, pudiéndoselo escuchar con claridad durante las frías madrugadas de mediados o finales de febrero. Además, suele desplazarse a saltos cuando se encuentra en el suelo, y mostrar una pose erguida cuando se para.

Se alimenta principalmente de insectos y lombrices así como de frutos variados, generalmente en otoño e invierno. Es muy común observarlo en parques y jardines excavando y levantando la hojarasca del suelo con su pico, en busca de lombrices. Al comer diversos tipos de frutos y defecar las semillas, ayuda a que muchas de las semillas germinen con facilidad.

En cuanto a su hábitat, es un ave bastante generalista y ocupa un amplio abanico de ambientes, desde zonas forestales, agrícolas, matorrales, parques y jardines,…etc., escaseando en los sectores más secos. Ave ligada a zonas naturales con sotobosque, que ha experimentado un aumento de sus poblaciones en zonas urbanas con parques y jardines, como resultado de su adaptación a estas zonas.

El periodo reproductivo abarca los meses comprendidos entre marzo y julio, con posibilidad de realizar hasta tres puestas anuales. El nido, construido por ambos sexos, consiste en un cuenco de hierbas y hojas, tapizado con barro y musgo, siendo los enclaves de nidificación más habituales las ramas de árboles y arbustos.

El mirlo común es un ave popular, pues es fácil de observar en zonas urbanas con parques y jardines, en donde los ejemplares de estas zonas están más acostumbrados al paso de personas, vehículos y al bullicio de la ciudad, y son menos esquivos que los de las poblaciones de bosques. Es frecuente verle posado en árboles, antenas, tejados…, cantando con su potente y melodioso canto muy característico.

Esto ha hecho que sea protagonista de dichos, poesías y canciones populares. En algunas zonas de Andalucía la llaman chivata, por alertar con su voz de alarma cuando se encuentra cerca algún animal o persona, miruello en Cantabria, merla, mirla, mirra, etc. También se le llama rata o ratón de jardín, por su forma de correr agazapado en el suelo con la cola en posición horizontal. La palabra tordo es el nombre común que se da a diversas aves del género Turdus (familia Turdidae), al que pertenece el mirlo común, como por ejemplo el zorzal común (Turdus philomelos), y el zorzal charlo (Turdus viscivorus). En Castilla es frecuente utilizar también la palabra tordo como nombre común, para designar al estornino negro (Sturnus unicolor).

Existen algunos dichos como “encontrar un mirlo blanco” cuando se encuentra algo fuera de lo normal por su rareza o exclusividad. “Ser más raro que un mirlo blanco“, hace alusión a una persona con un comportamiento poco habitual, o cosa que no es común por su rareza o exclusividad. “Cagarse como los mirlos “, y otros que hay repartidos por muchas zonas de España.


Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa:
1 - Papamoscas cerrojillo
2 - Curruca capirotada
3 - Petirrojo europeo
4 - Lavandera blanca
5 - Mosquitero común
6 - Reyezuelo listado
7 - Golondrina común
8 - Vencejo común
9 - Pito Real
10 - Mochuelo europeo
11 - Cotorra argentina
12 - Mito
13 - Colirrojo tizón
14 - Verdecillo
15 - Mirlo común
16 - Carbonero garrapinos
17 - Herrerillo capuchino
18 - Paloma torcaz
19 - Gorrión común

Pablo Guerrero: cantautor y poeta

12 de julio de 2014

Hablamos con Pablo Guerrero, vecino de la Ciudad de los Poetas / Saconia, uno de los barrios de la Dehesa de la Villa.

En nuestra serie sobre personas ilustres relacionadas con la Dehesa de la Villa, nos ocupamos de personajes célebres, históricos o de actualidad, que vivieron, o viven, en los alrededores de la Dehesa o cuya actividad profesional se relaciona con la Dehesa.

Hace algunos meses, rescatamos una entrevista que la AVV Poetas Dehesa de la Villa realizó, y publicó en su boletín "La Voz del Barrio", en mayo de 2012 a nuestro vecino Pablo Guerrero Cabanillas. Nuestro propósito inicial era trasladar la entrevista tal cual y nos pusimos en contacto con Pablo para que nos autorizara a publicarla y para hacerle algunas fotos con las que acompañar el artículo. Este contacto inicial se tornó en un par de cálidas y acogedoras tardes a finales de mayo y principios de junio en las que pudimos charlar con Pablo y recorrer con él el barrio y la Dehesa.

Traemos hoy a estas páginas parte de aquella entrevista de la AVV Poetas Dehesa de la Villa y el resumen de nuestras dos tardes con Pablo.

Agradecemos a Clara López, de la AVV Poetas Dehesa de la Villa, el habernos facilitado el contacto con Pablo Guerrero; y al propio Pablo y a su mujer, Charo, su predisposición y amabilidad para colaborar con nosotros.

Hablemos con... Pablo Guerrero y Charo
Extracto de la entrevista publicada por la AVV en "La Voz del Barrio". Publicado con autorización de los autores.

(Foto: Clara López, 2012)
- (Pregunta) ¿Por qué elegisteis el barrio de Ciudad de los Poetas para vivir?
- (Respuesta) Un amigo nuestro vivía aquí. Nos encantó el sitio. Cuando vinimos era un poco difícil porque el barrio terminaba en A. Machado. Todo esto eran edificios sin terminar y estábamos rodeados de huertas y viveros.

- (P) ¿En que año vinisteis?
- (R) Pablo - Nos casamos en el 1976 y nos dieron el piso un día antes de la boda. Tenemos una anécdota muy divertida. Cuando vinimos no habían dado aún luz a los pisos. Un día oímos que en el piso de arriba sonaba un tocadiscos y subimos a ver por qué y nos dijeron que les habían dado luz de obra. En seguida nos pusimos a pedirla y nos la dieron. Aun así, estuvimos casi una semana alumbrándonos con velas. Tampoco había teléfono. Entonces no  existían los móviles y era muy necesario comunicarnos por mi trabajo.
Charo - Ah, no sólo nos vinimos al barrio por nuestros amigos, sino que el precio era muy económico. Estuvimos mirando muchos y este era uno de los más baratos
Pablo - Sí, no llegó al millón de pesetas –6.000 euros-. El problema ahora de los jóvenes es el precio de la vivienda. Es un auténtico robo. Es hipotecar la libertad de la gente y el miedo a perder un trabajo para no perder la vivienda. Antes nos hipotecábamos diez, como mucho quince años. Ahora es verdaderamente angustioso

- (P) ¿Cómo llevabas ser famoso en el barrio cuando llegaste aquí? ¿Te molestaba la gente?
- (R) Pablo - No, no. La gente del barrio estaba acostumbrada a convivir con personajes conocidos. Aquí han vivido y viven aún poetas, cineastas, músicos... Sí, la gente nos ve como un ciudadano más.

- (P) ¿Os acordáis de "El Pilón"?
- (R) Pablo - Hacían actividades culturales, conferencias, charlas… Yo recuerdo haber ido a cantar alguna vez. Se celebraban las nocheviejas,  Navidad … era una época en que la vida del barrio era más viva, más activa.
Charo - Claro, los que lo llevaban eran amigos nuestros. Estaba El Pilón, El Chiripa y El Rincón del Alquimista.

- (P) Al barrio lo llamaban Rojonia, ¿no es verdad?
- (R) Pablo - Sí, recuerdo las fiestas del barrio. Venían Meneses, Víctor Manuel y Ana Belén, Nuestro Pequeño Mundo, Sergio y Estíbaliz, Luis Pastor... era a finales de los setenta, principios de los ochenta.

- (P) ¿Y qué creéis que le pasó al barrio?
- (R) Pablo - Bueno, yo creo que influyeron dos cosas: por una parte, que el movimiento ciudadano perdió mucha fuerza y, por otra, mucha gente de aquí se fue por el boom del adosado; vino ya otro tipo de gente, quizás menos interesada en participar en las actividades del barrio, aunque es verdad que es una corriente general, no solo en nuestro barrio.
Charo - Pues creo que a partir de los años 90 hubo un cambio social que vi afectaba al barrio negativamente, igual que lo percibí en la enseñanza.

- (P) ¿Qué os parece el nombre de Saonica en vez de la Ciudad de los Poetas?
- (R) Pablo - Sí, yo creo que se ha impuesto. Hay mucha gente que no conoce el nombre del barrio original.

- (P) ¿Habría que recordárselo?
- (R) Pablo - No sé si tiene mucho sentido si se impone una forma de denominarlo. Mira los cantautores. Se llamaba canción protesta, denuncia, comprometida, de autor y al final se quedo cantautor. ¿Que no es la mas bonita?, pues a lo mejor; pero es la que ha prevalecido.

- (P) ¿Recordáis algún momento emotivo del barrio?
- (R) Pablo - Yo recuerdo haber cantado en la calle con un megáfono. Fue para mi muy bonito porque, de repente, apareció gente en las ventanas. Me emocionó mucho. Eso fue a finales de los 70.
Charo - Quizá los momentos reivindicativos. Acordaros del eje Sinesio Delgado. Si no nos lanzamos a la calle, ahora mismo este barrio estaría partido por dos. Y cuando quisieron hacer el asfaltado de los caminos de la Dehesa. Si ahora ocurriera otra cosa, no sé si seriamos igual de reivindicativos, pero desde luego hemos tenido dos o tres actuaciones en el barrio estupendas.

- (P) Tu canción "A cántaros" sigue estando vigente.
- (R) Pablo - Es curioso que haya canciones que las mimas y das muchas vueltas a la hora de componerlas y sin embargo se quedan ancladas en un tiempo. Sin embargo, hay otras que no sé por qué razón, casi mágicamente, están fuera del tiempo y las aceptan varias generaciones. Esta es una de ellas:

Tú y yo muchacha estamos hechos de nubes
Pero ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos bajo cualquier estatua,
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer
que tiene que llover a cántaros.
 
Estamos amasados con libertad, muchacha
Pero ¿quién nos ata?
Ten tu barro dispuesto, elegido tu sitio, preparada tu marcha.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover a cántaros.
 
Ellos seguirán dormidos en sus cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la vida y la muerte y la paz,
¿”Le pongo diez metros en cómodos plazos, de felicidad”?
 
Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian
que la siesta se acaba
y que una lluvia fuerte, sin bio-enzimas, claro, limpiará nuestra casa.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover a cántaros.

Paseando con Pablo.
Conversaciones entre Adolfo Ferrero, vicepresidente de la Asociación de Amigos de la Dehesa de la Villa, y Pablo Guerrero, paseando por el barrio y la Dehesa (30-mayo y 10-junio, 2014).

(Foto: F. Lorca, 2014)

"Es un privilegio para los que vivimos en esta zona contar con la Dehesa."

- (Adolfo Ferrero) ¿Qué recuerdos te despierta la Dehesa de la Villa?
- (Pablo Guerrero) Lo que más recuerdo de la Dehesa de la Villa es ir a jugar con mi hijo y sus amigos. Siempre procuré que mi hijo tuviera buena relación con el agua porque yo creo que gran parte somos agua y tener una buena relación con el agua me parece importante para el desarrollo de la persona y la de un niño.

Pablo Guerrero en uno de los quioscos
actuales de la Dehesa.
(Foto: A. Ferrero, 2014)
Le gustaba, le dejaba meterse en los charcos y había una fuente donde jugábamos a hacer pantanos. Hacíamos un pequeña presa de barro y luego les hacía mucha emoción cuando la rompían y una gran cantidad de agua iba por el arroyo abajo. Estaba esta fuente cerca de un quiosco que me gustaba mucho porque la gente iba a hacer sus celebraciones. Celebraban despedidas de soltero, primeras comuniones, reuniones simplemente familiares. Se llevaban las tortillas. Dejaban que se llevara comida. Únicamente había que comprar la bebida.

Recuerdo, también, ir a volar cometas a la Dehesa de la Villa. En la parte de lo que ahora se llama Cerro de los Locos, o Cerro de las Balas, jugábamos con cometas y con bumerán. Tengo grandes recuerdos de la Dehesa. Casi todos los días íbamos por allí a jugar.

- (AF) ¿Sobre qué años era cuando ibas allí a jugar con tu hijo y sus amigos?
- (PG) Déjame calcular: mi hijo tiene ahora 36 años y por aquel entonces tendría 6 o 7. Sería a partir de 1984. También íbamos mucho a celebrar, a hacer comidas, lo que ahora se llamaría hacer picnic. Llevábamos nuestras tortillas, los típicos filetes empanados.

Y estábamos hasta muy tarde. Entonces mirábamos el cielo y observábamos las estrellas. También nos gustaba mucho seguir la ruta de los pájaros, que iban de árbol en árbol y nos entreteníamos mucho oyéndolos cantar.

- (AF) ¿Recuerdas por dónde estaba ese quiosco más o menos?, ¿podía ser Recio o El Tobogán?
- (PG) No recuerdo bien. Estaba en un valle, en un pequeño valle. Había un quiosco en un alto (AF - sí, el quiosco El Mirador) que lo llevaban gente de etnia gitana. Y el que yo digo estaba a la izquierda de este según se baja.

- (AF) Entonces creo que era el quiosco llamado Recio, más tarde El Tobogán, que estaba camino de la Fuente de la Tomasa y era el inicio del arroyo de la Puerta Verde.
- (PG) Yo creo que es un privilegio para los que vivimos en esta zona contar con la Dehesa. Es un lugar muy especial para jugar, para que los niños tomen contacto con la naturaleza. Yo creo que deberíamos recuperar el agua, recuperar la fuente, recuperar los arroyitos que había en la Dehesa.

Pablo Guerrero en la Fuente de la Tomasa
(Foto: A. Ferrero, 2014)

- (AF) En la Fuente de la Tomasa hay tres charcas de aguas como bebederos para las aves y se está pendiente de la autorización para utilizar un pozo existente en la Dehesa para ampliar la capacidad de las charcas. Estamos tratando también de que, una vez ampliadas las charcas, haya ranas en ellas.
- (PG) Sería maravilloso que hubiera ranas Yo creo que Madrid cegó el agua de sus fuentes y fue un error monumental. En otras ciudades, por ejemplo Roma, hay plazas con maravillosas fuentes donde la gente se sienta, donde lee, donde se lava las manos, donde descansa

- (AF) Hablábamos de lo que viviste hace años en la Dehesa pero, ¿cómo la ves ahora?
- (PG) Hubo una época que la gente dejó de ir a la Dehesa porque estaba muy degradada, porque no podía esparcirse a gusto, celebrar sus cosas... Otro error es que hayan quedado solamente dos quioscos, muy apartados, muy al margen. Ahora creo que vosotros estáis haciendo un trabajo muy importante para recuperar y mantener la Dehesa.

- (AF) ¿Actualmente seguís yendo por la Dehesa?
- (PG) Claro, claro. Seguimos yendo a pasear por el paseo del canalillo y me gusta mucho perderme y salirme del recorrido habitual. Es como estar en un bosque en la ciudad.

- (AF) ¿Sabías que también cerca de la Dehesa vive José Manuel Caballero Bonald? Tenemos publicada una entrevista con él. Dedicó una poesía a la Dehesa de la Villa.
- (PG) Ah! Maravilloso poeta... No conozco esa poesía. No sabía que vivía ahí Caballero Bonald. Bueno, aquí vivió también Blas de Otero. Lo conocí a través de unos amigos comunes (Norberto y Celia), me lo presentaron y tomábamos cañas y jugábamos a regalarnos palabras. Le gustaba mucho que le dijera palabras de mi pueblo, palabras extremeñas.

- (AF) Sí, Blas de Otero vivió en la C/ Valderromán; iba mucho a la Asociación de Vecinos. Bueno, a ti te conocí también en la Asociación. Venías por allí a cantar, hablamos de finales de los años 70 y principios de los 80, cuando la sede estaba en la Pérgola.
- (PG) Yo recuerdo haber cantado en la Pérgola con un megáfono “ A cántaros”. El recuerdo fue muy emocionante porque empezó a asomarse la gente a los balcones y cantar con nosotros la canción.

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Y así, entre reflexiones y recuerdos transcurrieron estas dos placenteras tardes. Por cierto, Pablo nos comentó que su libro de poesías "Los cielos tan solos" se incluía una poesía dedicada a las ardillas de la Dehesa. La reproducimos a continuación con la debida autorización del autor.


ARDILLA EN LA DEHESA

Tan ágil, me recuerda a tu mano
al huir de la mía en el primer domingo.
Tan porfiada, trepa por el tronco del árbol
como los jóvenes de las fiestas del fuego.

No se cansan sus ojos
de contemplar la sombra,
oficio de poetas que sufren por la arena
que cubre el sentimiento, el oro en las vocales.

Desconfía del humano, de sus educados dientes.
Los suyos ha de temerlos el fruto endurecido.

Alcanzan lo que huye, se ocultan en la tela,
en la amistad de la noche más próxima.

Completan la alegría
de quien rompe la cáscara, la máscara escondida.

Tal vez de quien perdona el ruido en su conciencia
respirando, sin más, el azul de la tarde.


Serie Personajes célebres en la Dehesa de la Villa:
- Ramón y Cajal y su cigarral de Amaniel
- Antonio de Zulueta un pionero de la genética en la Dehesa de la Villa / La Dehesa, la retama, el escarabajo y el cromosoma
- Ofelia Nieto y Ángeles Ottein, dos sopranos en la Dehesa de la Villa
- Antonio Escobar Burgos, vecino y Amigo de la Dehesa de la Villa
- J. M. Caballero Bonald: un poeta premio Cervantes en la Dehesa de la Villa
- Pablo Guerrero: cantautor y poeta

Visita guiada: Ruta Histórica junio-2014

4 de julio de 2014

Crónica breve de la ruta realizada con motivo de las pasadas fiestas de la Dehesa de la Villa 2014.

Puntuales a nuestra cita con las fiestas de la Dehesa realizamos, un año más, una ruta guiada por la historia de la Dehesa.

En esta ocasión, acudieron a la convocatoria 12 adultos y, lo que nos llena de alegría, dos niños.

Los participantes en la ruta, en el paseo del Canalillo.
(Foto: A. Ferrero, 2014)

Dedicamos casi 3 horas a recorrer la historia y los espacios más emblemáticos de la Dehesa. Nadie tenía prisas. Entre los asistentes, había algunas personas conocedoras y habituales de la Dehesa pero que, desconocedoras de su historia, estaban deseosas de saber más del sitio por el que acostumbran a pasear. Otras personas, menos asiduas, también demostraron gran interés por conocer más de la Dehesa y sus huellas visibles, incluso las ocultas, que las hay sobre todo relacionadas con la defensa de Madrid en el 36.

Los participantes posan sentados en el techo
de uno de los fortines de la Dehesa.
(Foto: A. Ferrero, 2014)

La ruta fue muy participativa. Nos preguntaron por la Acequia del Norte, también conocida por el Canalillo, se interesaron por esas pirámides que llaman tanto la atención (los capirotes del Viaje de Agua de Amaniel), si hay pasadizos secretos, etc.

Tuvimos tiempo para explicar por qué es una Dehesa de pinos, para hablar de la dehesa carnicera, de los acontecimientos históricos, de los edificios del entorno… pero el tiempo es limitado y otras muchas cosas se quedaron por contar. Y, como la Naturaleza siempre nos sorprende en la Dehesa, tuvimos incluso ocasión de ver sobrevolar a un cernícalo primilla.

Convencidos de que es una joya que tenemos en Madrid y por la que debemos seguir peleando, nos agradecieron toda la información recibida y la labor que realizamos en pos de la defensa y divulgación de los valores de la Dehesa; incluso algunos decidieron convertirse en Amigos de la Dehesa de la Villa.

IV Testing fotográfico Dehesa de la Villa

7 de junio de 2014

Reportaje sobre la cuarta jornada de testing fotográfico celebrada en la Dehesa de la Villa, 25-mayo-2014.

Una año más, la Asociación ha organizado, con la colaboración del CIEA y Biodiversidad Virtual, otra jornada de testing fotográfico por la Dehesa de la Villa.

Durante las jornadas de Testing Fotográfico, los participantes fotografían todas las especies que encuentran dentro de un espacio natural para luego, con la ayuda de expertos, intentar reconocer el mayor número posible.

Posteriormente, las fotografías pueden subirse al proyecto Biodiversidad Virtual donde se completa la identificación y se aportan datos para el conocimiento de la zona fotografiada (Instrucciones para registrarse y subir fotografías a Biodiversidad Virtual).

A continuación, mostramos algunas de las imágenes capturadas durante la jornada.

Algunos de los participantes en el IV Testing de la Dehesa de la Villa
(Foto: J. Monedero, 2014)

Volucella elegans, mosca con forma de avispa.
(Foto: G. Monedero, 2014)

Campanula rapunculus
(Foto: J. Monedero, 2014)

Graphosoma italicum
(Foto: J. Monedero, 2014)

Trifolium angustifolium; una especie de trébol con espiga alargada
(Foto: G. Monedero, 2014)
 
Pieris rapae, Blanquita de la col
(Foto: G. Monedero, 2014)

Xanthoria parietina: liquen amarillo sobre la corteza de un árbol
(Foto: G. Monedero, 2014)

14 - Verdecillo - Conoce las aves de la Dehesa de la Villa

1 de mayo de 2014

Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa.

Verdecillo (Serinus serinus).
Pepe y Gonzalo Monedero

El verdecillo es un ave de pequeño tamaño que puede ser observada durante todo el año en la Dehesa de la Villa, siendo más abundante y fácil de observar en los meses de primavera y verano durante la época reproductiva.

A pesar de ser un ave residente, suele hacer migraciones parciales. A partir de septiembre, las poblaciones ibéricas se desplazan al sur de la Península Ibérica o norte de África y, desde finales de verano, las poblaciones del centro y norte de Europa ocupan las zonas abandonadas por las poblaciones mediterráneas residentes.

Es un ave algo más pequeña que un gorrión (Passer sp.), con un pico ancho pero corto, siendo el fringílido de menor tamaño entre las especies ibéricas. Tanto el macho como la hembra presentan el pecho y el vientre de color amarillento blancuzco, con pequeñas listas verticales, y un característico obispillo de color verde amarillento. No obstante los machos, sobre todo en primavera, presentan la frente, la garganta y el pecho de un color amarillo intenso y, la hembra suele tener tonalidades más grisáceas y apagadas.

(Foto: J. Monedero, 2009)

En la Dehesa, ya desde finales de febrero y durante toda la primavera, pueden ser observados de forma más frecuente cuando empieza el periodo de celo, por su vuelo que en ocasiones se asemeja al de una mariposa, y su característico canto chirriante que realiza tanto en vuelo como desde lugares muy visibles. En invierno es fácil observarlos formando bandos mixtos con otros fringílidos como verderones (Carduelis chloris), jilgueros (Carduelis carduelis) o pardillos (Carduelis cannabina).

Al ser un ave granívora, se alimenta principalmente de semillas que complementa con la ingesta de insectos y algunos frutos carnosos.

La época reproductiva abarca los meses de marzo a julio, y puede llegar a tener hasta tres puestas al año, siendo un ave muy prolífica. La construcción del nido es llevada a cabo únicamente por la hembra, la cual emplea para su elaboración musgos, líquenes y finas hierbas, tapizando su interior con pelos y plumas. La alimentación de las crías es realizada por ambos progenitores.

Actualmente, es una especie que se encuentra en una clara expansión debido a su alta tasa de reproducción, su variada alimentación y su exitosa adaptación a diversos hábitats. Debido a su gran adaptación a diversos entornos, se le puede ver en bosques, parques y jardines, huertas y cultivos, principalmente de secano.

Se le conoce en algunas zonas de España con diversos nombres onomatopéyicos como chirri-chirri, chafarín, serín, chirricha, etc. En algunas zonas de Andalucía, se dice que el canto del verdecillo se asemeja al sonido del aceite cuando se está friendo algo.


Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa:
1 - Papamoscas cerrojillo
2 - Curruca capirotada
3 - Petirrojo europeo
4 - Lavandera blanca
5 - Mosquitero común
6 - Reyezuelo listado
7 - Golondrina común
8 - Vencejo común
9 - Pito Real
10 - Mochuelo europeo
11 - Cotorra argentina
12 - Mito
13 - Colirrojo tizón
14 - Verdecillo
15 - Mirlo común
16 - Carbonero garrapinos
17 - Herrerillo capuchino
18 - Paloma torcaz
19 - Gorrión común

13 - Colirrojo tizón - Conoce las aves de la Dehesa de la Villa

2 de marzo de 2014

Nueva entrega de la serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa.

Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros).
Pepe y Gonzalo Monedero

El colirrojo tizón es un ave que está ligada a la Dehesa de la Villa principalmente en los meses invernales, durante los cuales encuentra unas condiciones ambientales más favorables que las que imperan en sus áreas de reproducción más septentrionales y/o de mayor altitud.

En la Península Ibérica podemos encontrar dos subespecies: gibraltariensis, que ocupa el tercio norte peninsular y aterrimus, distribuida por el centro y sur peninsular. En invierno se pueden juntar las poblaciones residentes en la península con las que proceden de países del centro y norte de Europa.

De vuelo amariposado y gran actividad, revolotea de un lado a otro con vuelos cortos, posándose de forma habitual con una figura erguida mientras agita su llamativa cola rojiza. En situaciones de alarma adquiere una postura muy característica, que consiste en continuos movimientos de la cola encogiendo simultáneamente el cuerpo.

En cuanto a su aspecto morfológico, es un ave de pequeño tamaño con una característica cola de color rojizo que se hace más visible cuando vuela. El macho presenta tonalidades oscuras, desde el gris hasta el negro azabache, en la cara y el pecho, y una distinguible mancha blanca en las alas. La hembra y el joven presentan tonalidades pardogrisáceas tanto en la cara como en el pecho y, carecen de mancha blanca alar.

Ejemplar macho de Colirrojo tizón en el que puede apreciarse su
típico plumaje.
(Foto: J. Monedero, 2013)

Su alimentación está centrada básicamente en el consumo de invertebrados de pequeño y mediano tamaño, y en menor medida de bayas y semillas. Tiene hábitos bastante terrestres, y a veces se le puede observar corriendo en el suelo detrás de las presas de las que se alimenta. También atrapa invertebrados que acecha desde piedras o montículos en los que se posa.

El periodo reproductivo abarca los meses comprendidos entre abril y julio, pudiendo realizar dos puestas anuales. Tanto la hembra como el macho se encargan de alimentar a las crías. El nido, construido por la hembra, consiste en una pequeña copa de ramitas y hojas, tapizado con briznas de hierba y musgo, que se localiza en oquedades o repisas de cantiles o muros.

Es una especie muy territorial incluso fuera de la época de cría, y habitualmente se muestra agresivo frente a otros congéneres que se acerquen o invadan su territorio.

Atendiendo a su hábitat, el colirrojo tizón en primavera es un ave de preferencia rupícola, con vegetación escasa y abundantes roquedos, siendo su hábitat natural los roquedos de montaña, en invierno desciende de altitud y se encuentra en hábitats muy diversos como zonas urbanas y pueblos, donde frecuenta tejados, vallados de piedra, canteras, etc. Está presente desde el nivel del mar hasta los 3.300 metros de altitud que alcanza en Sierra Nevada.


Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa:
1 - Papamoscas cerrojillo
2 - Curruca capirotada
3 - Petirrojo europeo
4 - Lavandera blanca
5 - Mosquitero común
6 - Reyezuelo listado
7 - Golondrina común
8 - Vencejo común
9 - Pito Real
10 - Mochuelo europeo
11 - Cotorra argentina
12 - Mito
13 - Colirrojo tizón
14 - Verdecillo
15 - Mirlo común
16 - Carbonero garrapinos
17 - Herrerillo capuchino
18 - Paloma torcaz
19 - Gorrión común

La Fuente de la Tomasa

11 de febrero de 2014

Sobre el origen del nombre de uno de los lugares más emblemáticos de la Dehesa de la Villa: la Fuente de la Tomasa.

Al borde del Canalillo, esta fuente es uno de los lugares más conocidos y concurridos de la Dehesa. Pero, ¿por qué se llama de la Tomasa? Aunque no podemos corroborarlo a ciencia cierta, en este artículo recogemos algunos testimonios de vecinos sobre el posible origen de su nombre.

A principios del siglo XX, cuando aún no existía la carretera que cruzaba la Dehesa, el lugar era frecuentado por los Exploradores en sus acampadas de fin de semana. Tenían pradera natural, hermosos pinos piñoneros, vegetación de ribera, agua abundante y tranquilidad para que nadie les molestase.

Ciertamente había agua en el lugar donde ahora, después de pasados muchos años, hay una fuente restaurada. Era el nacimiento del Arroyo de la Puerta Verde, del que ya hemos hablado aquí a propósito de moluscos. Una zona selvática. El paso de la Acequia del norte junto a la misma no logró eliminar el manantial de agua que de allí surgía.

Un grupo de las corredoras que disputaron la primera carrera ciclista femenina se entrena en la Dehesa de la Villa y se refresca en una de sus fuentes. Obsérvese detrás el canalillo. Bien pudiera tratarse de la Fuente de la Tomasa.
(Foto: Alberto y Segovia; Crónica, 1930; Hemeroteca BNE)

La mayoría de los testimonios recabados entre los vecinos de la Dehesa coinciden en señalar que Tomasa era el nombre de una mujer joven y hermosa y en que, dadas las características de vegetación de esta zona, tenía encuentros amorosos con hombres. Las personas mayores comentan que cuando alguien o algún camionero se quejaba cuando pasaban por el fielato (actual Casa del Escudo) les decían vete a ver a la Tomasa, o entre amiguetes se decían déjame en paz y vete donde la Tomasa.

Carmen Fernández, que falleció recientemente y que vivía en la calle Trajano desde los años 50 conoció a la Tomasa. Eran vecinas, pues esta última vivía en la avenida de los Pinos (actual calle de Mártires Maristas) en una casita baja. Comentaba Carmen que era una mujer de bandera, muy agradable y simpática. Frecuentaba una sala de fiestas que había en Peña Grande donde elegían a las mises del barrio.

Los concursos de belleza en Peña Grande contaban con gran tradición, como demuestra esta fotografía de 1930.
(Foto: Alberto y Segovia; Mundo Gráfico, 1930; Hemeroteca BNE)

También sobre los años 1950-51-52 tenemos el testimonio de un taxista conocedor de la fuente de la Tomasa. Nos comenta que tenía un caño y que era una zona de abundante vegetación. Al anochecer aparecían las chicas, llevadas por una señora (la Tomasa). Había mucho trasiego de gente e incluso se podía entrar con el coche hasta la fuente, ninguna valla impedía el tránsito.

En una ruta realizada en mayo de 2011 con la asociación Em-clave, cuando llegamos a la Fuente de la Tomasa dos de los asistentes, Carmen (residente del barrio Belmonte) y Francisco Javier (vecino de la calle Sánchez Preciado) nos dijeron haber conocido a la Tomasa. Aunque estos dos vecinos eran todavía pequeños por aquella época (finales de los años 50), los dos nos relataron que había una pequeña casita (un chamizo), donde había mujeres y acudían muchos hombres, y que era conocido como casa o chamizo de la Tomasa. Por aquel entonces era ya mayor, pero todavía muy guapa y cuentan que le traían comida.

Una vecina de la calle Tremps nos manifestaba que en los quioscos de la Dehesa por la tarde-noche había música con guitarras, canciones y que había chicas prostitutas. La venta de la Peque ubicada al principio de la calle Mártires Maristas era una sala de baile y algo más relacionada con chicas de alterne.

Y Carlos, de la AAVV Poetas Dehesa de la Villa, entre otras vivencias de juventud en la Dehesa nos contaba que de chaval, a mediados de los años 60 cuando apenas tenía 12 o 13 años, siguiendo el recorrido del Canalillo con dos compañeros de colegio pararon a beber agua en la fuente. Allí había dos hombres mayores con una mujer también mayor y completamente calva. Uno de los hombres, dirigiéndose a la mujer por el nombre de Tomasa, le hizo un comentario altamente soez relacionado con su pretendida fama de meretriz y que les impactó de tal manera que quedó grabado en su memoria de chaval. Para Carlos, no hay ninguna duda de que se trataba de la famosa Tomasa, de la que se decía era la prostituta más famosa de la Dehesa y que por aquel entonces estaba ya calva, seguramente víctima de la sífilis.

Carlos, con su familia, sentado en una valla que parece ser la del antiguo Grupo Escolar y hoy centro UNED Francisco Giner.
(Fotografía cedida por Carlos Álvarez)

Pero también la Fuente de la Tomasa era lugar de encuentros menos escabrosos. Otro vecino de la zona nos contó que en la Fuente de la Tomasa, en esta época a finales de los años 50 y princpios de los 60 se reunían los jóvenes del barrio ("como no teníamos ni un duro, era el único sitio donde podíamos ir y que nos costaba barato. Allí hacíamos nuestros bailes, las fiestas entre la gente joven. Era el único sitio donde nos podíamos divertir. Allí se montaban hasta 'tablaos' con tarimas donde se hacía pequeños conciertos. Gente joven, conciertos hechos por grupos, inclusive de la propia iglesia. La verdad es que se pasaba muy bien: llevabas tu merienda y te pasabas toda la tarde de domingo allí.
La Dehesa de la Villa era el pulmón de toda esta zona, de los pobre de la zona que no teníamos donde ir y nos íbamos allí, a la Fuente de la Tomasa).

En la actualidad, es una zona de especial atención: alberga tres charcas o bebederos para las aves y está poblada por zarzales y vegetación de ribera. Recordemos que estamos en un entorno urbano; las zarzas, los arbustos espinosos (como majuelos y rosales), los endrinos y avellanos, etc., de la Fuente de la tomasa ofrecen refugio y alimento a la fauna haciendo de este rincón un lugar privilegiado para la observación y anillamiento de aves. También alrededor de la fuente se encuentran los pinos más antiguos de la Dehesa (pino rey/ pino abuelo).

La Fuente de la Tomasa en la actualidad. Obsérvese, aunque un poco más baja la fuente con respecto al Canalillo, la semejanza con la fotografía de las ciclistas de 1930 con que abríamos este artículo.
(Foto: A. Morato, 2010)

La plantación vecinal 2014 y más

1 de febrero de 2014

La lluvia no impidió que mayores, jóvenes y pequeños un año más realizasen la Plantación vecinal en la Dehesa de la Villa. Autillos. La naturaleza recicla. Un pino atropellado.

Plantación 2014.
Por Adolfo Ferrero, vicepresidente de la Asociación de Amigos de la Dehesa.

Toda la semana pensando qué tiempo haría el domingo 19. Las consultas realizadas en "interné" no nos sacaban de las dudas. Nublado, lluvias suaves de 5 a 11 de la mañana, posibilidad de nieve, frío… El sábado 18 se pasó casi toda la jornada con lluvia...

Domingo 19, no había llovido durante la noche. Un respiro, pero a las 8 de la mañana aparece una suave lluvia, conforme avanzaba el día se incrementaba.

A las 9,30 me paso por la Dehesa. No aparecía nadie de la contrata. Envío un correo al Agente Medioambiental (AMA): Estoy en la Dehesa ¿Habrá plantación?
AMA: Sí.
Contesto: No para de llover.
AMA: No tengas miedo. Dejará; y si no, no hace falta regar.

El CIEA recibió varias llamadas para confirmar que no se suspendía la plantación. Y…acudieron

Los participantes, protegidos por paraguas,
se disponen a iniciar la Plantación 2014.
(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2014)

Se notó menos participación que otros años que no llovió, pero lo positivo fue que aun a pesar de la lluvia, los asistentes logramos igualmente como otros años: plantar los 5 pinos (de unos 14 años), plantar los 252 plantones de encina, y los 85 de zarzas más el saco de bellotas que se habían recogido en el monte del Pardo.

Los participantes, en plena labor.
(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2014)
Como suele ser habitual, los más pequeños también colaboran
para tener su árbol en la Dehesa.
(Foto: A. Ferrero, 2014)
 
Y por primera vez se plantaron los juncos churreros (de los que ya hablamos en este artículo) para ver si dan resultado para sujetar la tierra en la parte baja de la vaguada donde este año se verificó la plantación

Acudieron los máximos responsables de la empresa ACCIONA que había tomado posesión de su responsabilidad para llevar adelante la conservación de la Dehesa el día 16 de enero.

La lluvia nos permitió ver fluir el agua por uno de los veneros, habitualmente seco, que a través del arroyo del Vivero, forman el arroyo de Cantarranas.

Con las lluvias abundantes, el agua retoma sus cauces habituales.
(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2014)
Y, para completar el día, un Cuentacuentos.
(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2014)

Autillos.
Ya hemos hablado aquí, en anteriores ocasiones de los autillos. De vez en cuando, la Dehesa nos sorprende y nos permite ver ejemplares de esta especie, como éste que, muy debilitado, se encontró y recogió hasta que GREFA vino a recogerlo. Quedó, pues, en buenas manos.

La cría de autillo, fotografiada en la jaula en la que permaneció hasta
que GREFA vino a hacerse cargo de ella.
(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2013)

Reciclaje natural en la Dehesa.
También en la Dehesa, la naturaleza nos da lecciones de cómo reciclar.

Hace unos meses, se encontró un espléndido panal de abejas en la Dehesa. Se trataba de una de las casetas nido que se pusieron con motivo de la suelta de las ardillas hace varios años. La caseta se había caído del pino donde colgaba. Sus habitantes no eran las ardillas sino un enjambre de abejas que, a buen seguro, hubieran producido una estupenda miel de la Dehesa de la Villa, pero ¿quién se hubiera atrevido a probarla?


Arriba, la caseta nido reciclada por las abejas para instalar en ella su colmena.
Debajo, un detalle del panal.
(Fotos: Archivo Amigos de la Dehesa, 2013)

Para prevenir, la zona (cerca de la Fuente de la Tomasa) se señalizó con vallas para que no se acercaran los paseantes y evitar, en la medida de lo posible, daños a las abejas y a las personas.

Se contactó con diversas entidades para tratar de evitar a toda costa que se fumigara. Al final, el panal fue retirado por el organismo del Ayuntamiento, Madrid Salud. Nos dijeron que no pudo salvarse dado que a causa de los días que permaneció caído en el suelo, con mucho calor y sequedad, tanta que no tenia ya ni miel, estaba invadido por una plaga letal para las abejas.

Atropello de un pino.
Hace apenas un par de días, ha aparecido un pino con daños que parecen ser del impacto de un vehículo, aunque desconocemos los detalles porque ha debido producirse de noche.

(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2014)

Está cerca de la confluencia de Antonio Machado con Francos Rodriguez. Según las huellas un vehículo no ha tomado la curva, se ha saltado la mediana, ha subido el talud y ha chocado contra ese pino.

(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2014)

El perímetro del pino es de 150 cm y el descortezo es de 65x75 cm. También tiene otro impacto en el fuste a una altura de de 250 cm. Los daños al árbol son muy importantes. Hay manchas de aceite en la pradera. Esperemos que la PM tenga los datos.

(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa)

Botánica para todos en la Dehesa de la Villa (XIV)

19 de enero de 2014

Nueva entrega de la serie Botánica para todos... en la que Andrés Revilla nos habla de los álamos y demás parientes.

"Pioveras, alamedas, temblares, paulares, choperas y negrales.

Del povo (Populus alba) deriva el término piovera, bosquete de povos. De temblón (P. tremula) deriva temblar, rodal o bosquete de temblones. De chopo (P. nigra) sale chopera. De populus sale popelar o Paular. Y de álamo alameda. Alameda es lugar poblado de álamos. Negral es rodal o masa de negrales o negrillos (Ulmus minor).

Ahora toca desenredar la madeja, que está muy liada. En Madrid siempre, ancestralmente, el término negrillo y derivados se usaba para denominar a los álamos negros u olmos.

En Recoletos había una antigua población denominada Valnegral asociada a un bosquete de olmos que crecían en el siglo XI junto al arroyo del mismo nombre.

Para hablar de bosquete de álamo blanco se decía piovera o povera, por alusión al povo. De ahí deriva el topónimo Soto Pavera, no por pavo sino por povo, árbol que en las riberas de Madrid formaba densos sotos.

El temblón es un tipo de álamo propio de las zonas frías de la montaña o valles altos. Conocido es el Cancho de los alamillos, cerca de Navacerrada y formado por esta especie. Temblar es un término infrecuente y muy raro o nulo en la toponimia de Madrid.

Chopera es término relativamente nuevo, de pocos siglos. Muy asociado a chopos plantados. En masa o alineaciones. Conocido es el paseo de La Chopera, del cual solo queda el nombre.

Y llegamos a alameda. El término es confuso pues en la Edad Media se hablaba indistintamente de álamo para referirse al álamo blanco o al negrillo. Parece que es término de origen mozárabe pero con muchas interferencias posteriores, como todos los vocablos de la rica jerga peninsular. Corominas atribuye el término al mozárabe por un documento en esta lengua del año 1218. Los árabes originan el término álamo al nombrar el romance olmo por la inexistencia de la “o” en su vocabulario. La zona cristiana usaba el término arcaico povo ya mencionado. En Pozuelo de Alarcón tenemos el arroyo Bularas flanqueado por olmos negrillos a los que en la zona los nativos de Pozuelo, que alguno queda, denominan álamos. Por referencias diversas sabemos que en Valdezarza había alamedas que se vendían o heredaban dejando constancia en la prensa escrita para regocijo de los que buceamos entre papeles viejos (Diario de Madrid, 26 de marzo de 1803).

La pregunta final es, ¿hubo en la Dehesa de Amaniel álamos blancos o negrillos, o ambos?

El negrillo ha sido tradicionalmente un árbol con un aprovechamiento total por parte de los agricultores, ganaderos y carpìnteros. Es un árbol que se plantaba y cuidaba como un preciado bien. Su madera de alta calidad y difícil de abrir se empleaba para soportes bajo el agua pues no se pudre en estas circunstancias. Se usaba para formar el tajo de los carniceros y leñadores. Por su resistencia al desgaste formaba partes esenciales en carros y ruedas. Su uso era ilimitado.

El álamo blanco se usaba principalmente como árbol de sombra en descansaderos de ganado, junto a cañadas y arroyos. Su madera de mala calidad apenas tenía uso.

¿Pudo la Dehesa antropizada albergar álamos de ambas especies? Sin duda hubo negrillos. Hasta el desarrollo agresivo de la grafiosis eran muy comunes, grandes y conocidos. Parece que la duda aparece en torno al álamo blanco, muy común en el Jarama, Manzanares o Guadarrama. ¿Lo pudo haber en las laderas y vallejos de la Dehesa de Amaniel? Hay que remontarse en el tiempo e imaginar una Dehesa mucho más húmeda, llena de manantiales que fluían hacia el Manzanares. Alguna noticia habla de lagunas en la Dehesa, pero son errores de ubicación. Son más bien charcas que se formaban en zonas de poca pendiente por debajo de lo que es hoy el CIEMAT. El álamo blanco precisa agua muy próxima para desarrollarse, casi se mete en el agua, se le adelantan los sauces y alisos. El olmo se aleja más del agua. Como el fresno la quiere cerca, pero a nivel freático, no superficial. En la dehesa tuvimos agua presente en todas las circunstancias. No podemos hablar de cursos de agua grandes y permanentes porque sería falso. Sí podemos en cambio hablar de agua constante. No faltaba. De ahí las captaciones para abastecer la capital. Sin duda la Dehesa contempló riberas de álamo blanco, como también había fresnedas y densas olmedas. Hoy es todo testimonial pues el hombre la ha alterado definitivamente.

Hoy podemos contemplar Ulmus minor, U. pumila y U. laevis, Populus alba, P. canescens, P. nigra, P.x canadensis y otros híbridos similares. Hay unos ejemplares magníficos de P. alba entre las calles San Gerardo y Federico Carlos Sainz de Robles, pero deben ser plantados o nacidos de manera espontánea tras urbanizarse Saconia. Recientemente el ayuntamiento ha plantado nuevos álamos blancos, un esfuerzo loable dirigido a recuperar la presencia de esta especie bella y poco conocida, arrinconada por los chopos papeleros cuyos clones han ocupado los viejos sotos “paveros”.

Como último una nota aclaratoria. Cuando en primavera los árboles hembra de chopos y álamos nos inundan el aire con sus “pelusas” lo que estamos viendo volar no es polen. Son sus semillas dotadas de pelos algodonosos que las ayudan a dispersarse y colonizar nuevas tierras. Son semillas frágiles, de escasa viabilidad, que mueren si no caen en zona húmeda. Por supuesto no causan alergia, pues como digo, no es polen.

Hasta la próxima cita


Serie Botánica para todos en la Dehesa de la Villa:
- I - Flores y semillas de olmos y fresnos
- II - Forsitia o campanilla china
- III - Floración de los cipreses
- IV - Floración de los almendros y los ciruelos rojos
- V - Floración de las praderas
- VI - Los pinos de la Dehesa
- VII - Veronica chamaepithyoides: planta desaparecida
- VIII - Cedros
- IX - Encinas
- X - Madroños
- XI - Retamas
- XII - Acacias
- XIII - Pinos caídos en la Dehesa de la Villa
- XIV - Álamos