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La Fiesta del Árbol: historia y celebraciones en la Dehesa de la Villa

29 de mayo de 2011

Sobre la Fiesta del Árbol y su relación con las actuales plantaciones vecinales en la Dehesa de la Villa.

A primeros de año publicábamos en estas páginas un reportaje gráfico sobre la plantación vecinal 2011 en la Dehesa de la Villa. Indicábamos allí que estas plantaciones eran herederas, de alguna forma, de la Fiesta del Árbol, que tuvo su esplendor desde finales del S. XIX hasta bien entrado el S. XX, cuando se celebraba anualmente en numerosas ciudades españolas y de otros países. En este artículo recogemos una síntesis de la historia de la fiesta y de las que se celebraron en la Dehesa.

Los niños del Asilo de la Paloma haciendo plantaciones durante la Fiesta del Árbol de 1915 de la que hablaremos más adelante.
(Foto: Salazar, Mundo Gráfico, 1915; Hemeroteca BNE)

Los orígenes.
"El árbol es en muchas culturas y también en la moderna conciencia ambiental un símbolo privilegiado de la relación respetuosa, admirativa, a veces reverencial, del hombre con la naturaleza. El árbol es también símbolo de la vida, que, bajo la perspectiva científica de la evolución, crece, se desarrolla y se ramifica en todo lo que hoy llamamos biodiversidad" (Santos Casado).

La mayoría de fuentes consultadas sitúan el origen de la fiesta en Villanueva de la Sierra (Cáceres) en 1805, cuando el párroco D. Ramón Vacas Roxo convocó, para el martes de Carnaval, a los clérigos, maestros, autoridades y todo el pueblo a plantar álamos en el ejido del pueblo y en una arroyada; la convocatoria, secundada por el alcalde, devino en tres días de fiesta acompañados de música y vino gratis para los asistentes.

Sin embargo, en la página web de los Amigos de la Ciudad de Mondoñedo hemos encontrado un curioso artículo que establece que fue allí donde se realizó la primera Fiesta del Árbol, casi doscientos años antes. Se basan para ello en los estudios del historiador Francisco Mayán Fernández quien encontró en el archivo municipal un acuerdo de 24 de enero 1569 que decía “que los vecinos desta cibdad traigan para en otro día de san blas a el Campo de nuestra señora de los rremedios y planten en el cada vno tres árboles diferentes e que sean de dar fruta so pena que el que faltare de las traer y plantar pague por cada árbol medio rreal para que a su costa se puedan traer e plantar”; así pues, su plantación debió realizarse en la festividad de San Blas, a principios de febrero de 1569.

Izqda.: rótulo de la calle Fiesta del Árbol (www.pueblos-espana.org) y monolito en conmemoración de bicentenario de la Fiesta del Árbol (Turismo Rural Extremadura www.ruralex.es) en Villanueva de la Sierra.

Dcha.: monolito conmemorativo de la festividad del árbol en la ciudad de Mondoñedo. El texto dice “hizo esta alameda y celebró en ella la primera Fiesta del Árbol en España en el siglo XVI, luis de luaces y labrada, regidor de Mondoñedo...”
(Foto: M. Fernández; www.floracantabrica.com)


Sea como fuere, y si bien hay registro de acontecimientos posteriores similares en otros lugares de España (1817, en León; 1840, en una ciudad sin especificar...) parece que no hubo una continuidad en la fiesta como tal. Sería a partir de una celebración en Estados Unidos en 1872, promovida por un tal Sterling Morton, ciudadano de Nebraska, cuando se instituyó el Arbor Day y el ejemplo comenzó a imitarse, primero en España en 1896, y luego en Italia, 1902, en Irlanda, 1904, y casi al mismo tiempo, en Inglaterra y la mayor parte de países de Europa y América.

La Fiesta del Árbol no fue la única actividad surgida a raíz del ambiente “ecologista” y la preocupación higiénico-sanitaria de la época de finales del S. XIX y comienzos del XX, sino que fue una más dentro de un conjunto de iniciativas interrelacionadas y simultáneas que surgieron en toda Europa (escuelas al aire libre y escuelas bosque, granjas-escuela, escuelas del mar, sociedades protectoras de animales y plantas, ciudades-jardín, campos de experimentación agrícola, excursionismo, etc.).

La institucionalización de la Fiesta del Árbol en España.
La primera “Fiesta del Árbol” así denominada se realizó en Madrid el 26 de marzo de 1896, organizada por la Diputación y el Ayuntamiento y patrocinada por la reina regente, María Cristina. La prensa de la época se hacía eco de lo excelente que era “trasplantar a nuestro país la idea americana del Arbor-Day” y recogió amplios reportajes sobre la plantación, realizada en el denominado Cerro del Centinela, cerca del barrio de Prosperidad: en medio de un ambiente festivo, con reparto de meriendas incluido, acudieron alrededor de 40.000 personas, entre ellos, más de 2.000 escolares y todo tipo de autoridades incluyendo las infantas Dª Isabel y Dª Eulalia en representación del rey, que no pudo asistir por hallarse enfermo. Un estudio detallado de esta jornada puede encontrarse en Historias de Hortaleza.

Diferentes imágenes de la Fiesta del Árbol de 1896, plantando los árboles (1), esperando la merienda (2) y vista general del Cerro del Centinela (3).
(Grabados: Comba, La Ilustración Española y Americana, 1896; Hemeroteca BNE)

La Fiesta del Árbol también sirvió para ironizar sobre los problemas y personajes políticos de la época.
(Grabado: Cilla, Nuevo Mundo, 1896; Hemeroteca BNE)

Pero el verdadero instaurador de la Fiesta del Árbol en España fue el ingeniero Rafael Puig y Valls, con la fundación en 1898 de la Asociación de los Amigos de la Fiesta del Árbol, cuyo objetivo era fomentar la repoblación del arbolado y proteger las aves insectívoras. Esta sociedad publicó a partir de 1900 la “Crónica de la Fiesta del Árbol”, un boletín con noticias de toda España en torno a la celebración y fuente de información esencial para seguir su evolución.

Un Real Decreto de 11 de marzo de 1904, promovido por el Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas reconoce que, aun estando la fiesta establecida y extendida en España por iniciativa popular, el Gobierno debe apoyarla oficialmente y dotar los medios suficientes para que llegue a todos los pueblos por la conveniencia de repoblar la zona forestal española y por sus fines educadores. El decreto fijaba las condiciones para la creación de Juntas locales formadas por los Ingenieros Jefes de los distritos forestales y recomendando la participación en ellas del párroco, el médico, el maestro y los alcaldes por tener “todos ellos una predicación especial en esta obra”. Estimulaba, igualmente, las plantaciones con premios y recompensas: por cada quinientos pies que prosperen, 50 ó 75 Pts., según si las semillas y plantones se hubieran obtenido gratuitamente o “adquirido del comercio”; recompensas honoríficas a Asociaciones y particulares participantes; menciones de mérito para alcaldes, párrocos, médicos y maestros, etc.

Posteriormente, otro Real Decreto de 5 de enero de 1915 declaró obligatoria la celebración de la Fiesta del Árbol en cada término municipal, dejando a potestad de cada corporación la fijación de la fecha. Fijaba igualmente la obligatoriedad para el Ayuntamiento de invitar a todos los funcionarios, asociaciones, entidades y particulares residentes en el municipio y de consignar en el presupuesto anual una partida para los gastos de celebración de la fiesta, so pena de que el Gobernador no aprobase ningún presupuesto que no contemplase dicha partida.

Son numerosas las reseñas en prensa de las celebraciones de la Fiesta del Árbol a finales del S. XIX y el primer tercio del S. XX, hasta la Guerra Civil. Después, la fiesta languideció a la par que las Asociaciones de Amigos del Árbol. Algunas localidades continuaron celebrándola, aunque no siempre con la denominación de Fiesta del Árbol, pero no fue hasta mediados de los años 60 que fue retomada de forma significativa, especialmente en aquellas localidades que habían tenido más tradición. En la actualidad, continúa celebrándose por iniciativas locales, de municipios, asociaciones...

La Fiesta del Árbol en Madrid y la Dehesa de la Villa.
Además de la mencionada fiesta de 1896, en Madrid se realizaron numerosas fiestas del árbol a principios del S.XX, destacando especialmente las realizadas en la primera década del siglo en la Ciudad Lineal, jornadas festivas a lo largo de varios días, con infinidad de actividades paralelas (concursos de dibujo, científico-literarios, de operaciones aritméticas y definición de palabras, campeonatos de ejercicios físicos –tiro de barra, saltos, carreras, “foot-ball”...-).

Al igual que en el resto de España, la fiesta decayó en Madrid durante la segunda mitad del S. XX para retomarse hacia finales de los 60 y principios de los 70.

Imágenes de la plantación de la Semana Popular del Árbol (1-9 diciembre, 1979) en los desmontes de la M30-Este.
(Fotos: M. López Rodríguez, Villa de Madrid, 1979; Memoria de Madrid)

Este año que se cumple el 25 aniversario de la muerte de Tierno Galván, no podemos dejar de recordar uno de sus muchos célebres bandos en el que exhortaba a los madrileños a cuidar la naturaleza y participar en la Fiesta del Árbol de 1986: "[...] Por lo cual aprovechando la ocasión de acercarse, como al cabo diremos, el día que llamamos del árbol, solícitamente esta Alcaldía invita a convecinos y transeúntes a que al común bien ayuden, pues pueden hacerlo, sin mayor esfuerzo, aplicándose con grandes ánimos a que la ciudad y la naturaleza sean amigas y no enemigas, próximas y no ajenas. Común idea, que algunos desconocen y muchos no practican, con perniciosas consecuencias, para el bienestar de todos cuantos en esta Capital y Villa moran. [...] Por último, por cabo y fin de este Bando, se convoca a los vecinos de este honrado Concejo para que celebren la Fiesta del Árbol, por lo que se suplica concurran a plantar los que el Ayuntamiento regale o los que de su propia voluntad los vecinos obsequien, con participación de todos, en especial de los niños, que aquí dicen chavales, con el propósito de que colaboren en bien de su ciudad y aprendan a querer y velar por la tan cruelmente perseguida pródiga naturaleza”.

Muchos madrileños recordarán igualmente la campaña de 1989 “Un árbol, una vida”, del por aquel entonces alcalde Agustín Rodríguez Sahagún, por la que el Ayuntamiento plantaba un árbol por cada niño que naciese y se ponía el nombre del recién nacido en una placa de cerámica a los pies del árbol; adicionalmente, a los padres se les hacía entrega de una maceta con un madroño, madroños que venían de los viveros de GREFA en Villamalea (Albacete). Cuando se anunció la campaña, se decía que esta iniciativa reemplazaba a la Fiesta del Árbol, pero la campaña fue efímera y la Fiesta se retomó con posterioridad. A pesar de lo poco que duró la campaña y de que hayan transcurrido ya muchos años desde aquello, si se busca bien aún pueden encontrarse en Madrid algunas placas de las que se instalaron entonces.

Imágenes recientes de dos placas de cerámica de la campaña "Un árbol, una vida" que todavía subsisten en Madrid.
A la izquierda, una placa descubierta a escasos cien metros de la Dehesa de la Villa, en la que aún puede leerse el nombre de la persona a la que estaba dedicado el árbol. A la derecha, otra placa encontrada en uno de los barrios de los alrededores de la Dehesa; el nombre se encuentra borrado o nunca fue escrito.
(Fotos: A. Ferrero y A. Morato, 2011)

Por lo que respecta a la Dehesa de la Villa, si bien no puede considerarse una Fiesta del Árbol como tal, tenemos un antecedente claro en la plantación de 1890 (ver Publicaciones). Con posterioridad, encontramos en 1895 un artículo de prensa que recoge el acuerdo municipal para, en adelante, celebrar anualmente y durante el mes de Noviembre, la Fiesta del Árbol en Madrid y se menciona un ensayo realizado en la Dehesa de Amaniel en tiempos del alcalde Andrés Mellado, es decir, en 1889.

Pero, sin lugar a dudas, una de las más sonadas fue la realizada en 1915, un jueves 25 de marzo por la tarde. La fiesta había sido convocada para el jueves anterior (18 de marzo) pero tuvo que ser pospuesta por el mal tiempo. A la plantación asistieron diversas autoridades, entre ellas el alcalde, Carlos Prats, y se convocó a los niños de las Escuelas Públicas de Madrid y una sección de párvulos del Hospicio.

Arriba, niños del colegio de S. Ildefonso preparando la plantación. Debajo, niñas de los colegios municipales durante la plantación.
(Fotos: R. Díez Valdezán, Gran Vida, 1915; Hemeroteca BNE)

La plantación estuvo supervisada por el jardinero mayor del Ayuntamiento, Cecilio Rodríguez. Se plantaron 1.500 pinos, en cada uno de ellos identificado el niño que lo plantó mediante una etiqueta con un número; “guardaban ellos [los niños] otra con el mismo número y al que mejor le cuide le dará, o al menos lo ha ofrecido, el Ayuntamiento un premio en metálico”. La fiesta fue amenizada por las bandas del Hospicio y del Asilo de la Paloma, que interpretó el Himno del Árbol, cantado a coro por todos los pequeños lo que “fue muy aplaudido por la concurrencia”.

Izquierda, una niña del Colegio Ntra. Sra. de las Mercedes plantando un arbolito. Derecha, el alcalde Sr. Prats, rodeado de los niños de las escuelas municipales premiados con cartillas del Monte de Piedad.
(Fotos: Salazar, Mundo Gráfico, 1915; Hemeroteca BNE)

Con posterioridad, sólo hemos podido encontrar una breve reseña de prensa de 1927 informando de la celebración de la Fiesta del Árbol en la Dehesa de la Villa para el jueves 3 de marzo de dicho año.

Desde mediados de los años 90 del pasado siglo, se retomaron en la Dehesa las plantaciones vecinales, no como Fiesta del Árbol sino con un mayor componente reivindicativo. A partir de 2008, tras el establecimiento de la Mesa de Participación Ciudadana, las plantaciones se han venido organizando conjuntamente entre el Ayuntamiento y las entidades vecinales. Estas plantaciones no se enmarcan dentro de la Fiesta del Árbol, ni se denominan como tal; pero son, en cierto modo, herederas de su espíritu, recuperando su carácter lúdico-festivo y educativo, además del ecológico.

Bibliografía:
- Casado, S. (2010): Historia de la ciencia ecológica en España
- Codorníu, R. (1915): La Fiesta del Árbol: recuerdos, datos, consejos, himnos, poesías, máximas y pensamientos
- Costa, J. (1912): El arbolado y la patria
- Crespo Gallego, H. (1926): Recuerdos, datos, consejos, poesías, himnos, máximas y pensamientos dedicados a la Fiesta del árbol y del pájaro
- Fernández, J. (2002): Educación Ambiental en España (1800 - 1975)
- Jiménez Artacho, C. (2000): Naturaleza, ecología y enseñanza en España
- Paule Rubio, A. (2005): Bicentenario de la Fiesta del Árbol en Villanueva de la Sierra (Cáceres) 1805 - 2005
- Ruiz Rodrigo, C.; Palacio Lis, I. (1999): Higienismo, educación ambiental y previsión escolar: antecedentes y prácticas de Educación Social en España (1900 – 1936)
- Solana, E. (1915): La Fiesta del Árbol: origen de esta fiesta, su organización y modo de celebrarla: discursos, poesías e himnos, para darla más realce y esplendor

I Testing fotográfico Dehesa de la Villa

22 de mayo de 2011

Reportaje sobre la primera jornada de testing fotográfico celebrada en la Dehesa de la Villa, 8-mayo-2011.

El domingo 8 de mayo celebramos el primer testing fotográfico en la Dehesa de la Villa. La actividad había sido organizada por nuestra Asociación, conjuntamente con el CIEA y Biodiversidad Virtual, plataforma ciudadana para el estudio, divulgación y conservación del patrimonio natural a través de la fotografía, y con amplia experiencia en la organización de actividades de este tipo.

Agradecemos enormemente al personal del CIEA su colaboración en la organización y ejecución de la actividad. A Rosa Angulo y Antonio Ordóñez, de BV, que nos hayan guiado en la organización y el desarrollo del testing. Y a todos los participantes, su interés, la atención prestada y los conocimientos aportados, especialmente a Piluca Álvarez y Juan Carlos Campos que nos obsequiaron con sus valiosas explicaciones.

¿Qué es un testing?
Un Testing, es una actividad naturalista que consiste en realizar el máximo número de fotografías de la biodiversidad de un área, para posteriormente subirlas al proyecto Biodiversidad Virtual con el propósito de identificar las especies fotografiadas y aportar datos al conocimiento de la zona fotografiada.

La jornada.
La jornada se inició temprano, a las 09:00 de la mañana en el CIEA de la Dehesa. Se habían inscrito algo más de 20 participantes pero al final intervinieron más de 25, incluidos varios niños, pues algunas personas se unieron más tarde durante la visualización de las fotografías.

Comenzamos todos juntos en un solo grupo pero, al ver que todos fotografiábamos lo mismo, se decidió dividir a los participantes en dos grupos más pequeños: uno en dirección al Cerro de los Locos y el otro hacia la Fuente de la Tomasa hasta el Cedral. La decisión demostró ser de lo más acertado pues así conseguimos fotografiar muchas más especies diferentes.

Algunos de los participantes, buscando especies para fotografiar.
(Foto: A. Ferrero, 2011)

El día propició una jornada espléndida. La víspera había sido tormentosa y el verdor y frescor del ambiente matutino impregnaba el aire. Algunas setas habían brotado, los insectos tenían una actividad frenética, el rocío aún permanecía bien entrada la mañana sobre la hierba, las flores fueron abriéndose lentamente según se intensificaba la luz y el sol inundaba poco a poco las praderas filtrándose entre el pinar.

Entre los participantes había verdaderos expertos, incluyendo algunos profesores de la Facultad de Biológicas de la Complutense, que demostraron un profundo conocimiento de las especies. Por nuestra parte, intentamos amenizar el trayecto relatando pequeñas historias y anécdotas de la Dehesa: plantaciones, uso militar, Canalillo, Guerra Civil, Ciemat...

Mientras hacíamos las fotografías (arbustos, pequeños insectos, mariposas, frutos, huellas y aves), las íbamos comentando sobre el terreno, comprobándolas sobre guías especializadas; apreciamos la variedad de árboles entre el canto de los pájaros y comentábamos las actuaciones sobre el terreno e incluso el horizonte, donde podíamos ver con claridad El Escorial.

Algunas de las muchas fotografías que pudimos tomar durante la jornada.
(Fotos: F. Lorca, 2011)

Hacia las 11:30 nos reunimos en el CIEA para seleccionar las fotografías y comentarlas, proyectándolas sobre una pantalla. Las explicaciones, a cargo de Pepe Monedero, apoyado por Andrés Revilla y otras personas de la sala que demostraron su profundo conocimiento de las especies, se hicieron de forma sencilla de manera que el resto de asistentes pudimos comprender con facilidad sus comentarios.

Imágenes de la visualización y explicación de las fotografías tomadas durante la mañana. A la izquierda, el grupo atiende las explicaciones mientras Pepe Monedero y Andrés Revilla cargan las fotografías en el PC. A la derecha, Piluca Álvarez explicando una de las fotografías.
(Fotos: izqda. A. Ferrero; dcha. F. Lorca; 2011)

La sesión terminó sobre las 14:00, cumpliendo con el horario previsto. En el ambiente quedaba una sensación de satisfacción y ganas de repetir tan agradable experiencia.

¿Y ahora qué?
Los participantes recibirán, en breve, un correo con las instrucciones para subir las fotos realizadas a la página de Biodiversidad Virtual de forma que puedan ser convenientemente clasificadas y catalogadas. Con todas ellas, Biodiversidad Virtual preparará y publicará un listado de todas las especies identificadas que estará disponible para su consulta y estudio.
(Instrucciones para registrarse y subir fotografías a Biodiversidad Virtual).

Por nuestra parte, dado el éxito de esta primera jornada, es nuestra intención realizar más actividades de testing en el futuro. No en vano estas jornadas, además de permitir a los amantes de la naturaleza pasar “un día de campo“, contribuyen a conocer mejor y divulgar el valor de la Dehesa y su biodiversidad.

07-02-2012 - Actualización.
Incluimos a continuación el listado con las especies identificadas durante el I Testing de la Dehesa de la Villa. También puede descargarse desde la página de Biodiversidad Virtual.

Botánica para todos en la Dehesa de la Villa (VI)

15 de mayo de 2011

Nueva entrega de la serie Botánica para todos en la Dehesa de la Villa, en la que Andrés Revilla nos habla sobre las variedades de pinos de la Dehesa.

Los pinos de la Dehesa.
"Nuestra Dehesa de la Villa es en la actualidad un bosque de pinos con una cobertura total y densa, pero no siempre fue así. Hoy sabemos que tras la degradación del encinar original y tras años de falta casi total de arbolado se decidió plantar árboles que cortaran los fríos que desde la sierra acosaban a la ciudad de Madrid. Bajo el reinado de Isabel II se decide acometer una repoblación bien documentada en la prensa de la época. Mayoritariamente se plantan pinos, "los pinos" que aún dicen muchos de los mayores del barrio para referirse a la Dehesa.

Aquellos pinos eran, y son hoy en día, de dos especies similares: pino piñonero y pino carrasco. Ambos son pinos duros, fuertes, resistentes y de crecimiento rápido pero vigoroso, con buena madera.

Se distingue el piñonero del carrasco principalmente en dos detalles: las piñas del piñonero son grandes, con piñones de buen tamaño y caedizas cuando han madurado. Las piñas del carrasco son pequeñas, de piñones pequeños y alados y no se caen nunca del árbol. Además la corteza del piñonero está formada por grandes placas algo anaranjadas y la del carrasco la forman pequeñas placas algo grisáceas.

Imagen comparativa de la corteza del pino piñonero (izquierda) y del carrasco (derecha), donde puede apreciarse claramente la diferencia entre ambos.
(Foto: A. Revilla, 2011)

Ambos pinos, como todos los ibéricos, tienen dos acículas. El canario, por ejemplo, tiene tres. Son los pinos ibéricos con las hojas más largas porque ambos viven de manera natural cerca de la costa y en lugares con fríos moderados. Los pinos de alta montaña, el albar y el negro, tienen las acículas muy cortas para soportar el duro invierno. Los otros dos pinos autóctonos de la península, el resinero y el laricio, tienen las hojas de tamaño intermedio y viven en montañas de altura moderada. Como vemos, cada cual tiene su propio nicho.

Pero vamos con los que nos ocupan. El piñonero es el que forma las copas más aparasoladas y anchas, no así el carrasco que sube más vertical y mantiene una copa menos densa.

Caso curioso es la maduración de las piñas, muy larga en ambas especies. Una piña de piñonero se origina de la inflorescencia femenina tras la fecundación que el polen ha llevado a cabo entre marzo y abril. Esas pequeñas piñas de fuerte color rojo viven su primer año en la punta de las ramas y van madurando durante los siguientes dos veranos, no siendo hasta el tercer año cuando abren sus escamas para dejar caer los piñones. Si miramos a las puntas de las ramas podemos ver cómo han crecido las candelas o velas. Estas son las ramas nuevas que se forman en los ápices a partir de las yemas. Un poco más atrás están las inflorescencias masculinas, muy visibles, y las femeninas, pequeñas y camufladas.

Detalle de las candelas de un pino piñonero.
(Foto: A. Revilla, 2011)

Grato es saber que tenemos muy cerca de nosotros un magnífico ejemplar de piñonero uñal. Esta variedad produce unos piñones de cubierta blanda que se pueden abrir con mucha facilidad solo con los dedos. Es el Pinus pinea variedad fragilis y crece sano junto al Instituto de Radio y Televisión.

Imagen del pino uñal de la Dehesa, arriba, y detalle de una de sus piñas y piñones, debajo.
(Fotos: A. Ferrero, 2011)

El pino carrasco es denominado científicamente como Pinus halepensis, tomando este nombre de la localidad de Alepo, donde forma bosques extensos.

Hasta la próxima cita."


Serie Botánica para todos en la Dehesa de la Villa:
- I - Flores y semillas de olmos y fresnos
- II - Forsitia o campanilla china
- III - Floración de los cipreses
- IV - Floración de los almendros y los ciruelos rojos
- V - Floración de las praderas
- VI - Los pinos de la Dehesa
- VII - Veronica chamaepithyoides: planta desaparecida
- VIII - Cedros
- IX - Encinas
- X - Madroños
- XI - Retamas
- XII - Acacias
- XIII - Pinos caídos en la Dehesa de la Villa
- XIV - Álamos

Guía micológica de la Dehesa de la Villa: Fichas 2, 3 y 4

9 de mayo de 2011

Ficha 2 (Agaricus arvensis), Ficha 3 (Paxina leucomelas) y Ficha 4 (Melanoleuca excissa).

Presentamos hoy tres nuevas fichas de la Guía Micológica de la Dehesa de la Villa, de José Castillo Pollán, Josetas. Tres especies que ha identificado, fotografiado y añadido recientemente a la guía y que quizá aún puedan verse por la Dehesa.

Recordamos a todos los lectores el riesgo de consumir las setas de la Dehesa, incluso aquellas identificadas como comestibles, tal como explicamos en la presentación de la Guía micológica.

Ficha 2: Agaricus arvensis

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 02-04-2011)

Agaricus: proviene del griego agarikón y significa campestre.
Arvensis: del latín, significa campo arado, por su hábitat en prados que anteriormente fueron cultivados.

Sombrero: al principio es de forma globosa, de 5-15 cm. de diámetro; después, plano; y al final, convexo. De color blanco níveo de joven, amarilleando en la vejez.

Pie: de forma cilíndrica de 15 cm. de alto x 4 cm. de grosor, con unas finas escamas de color blanco que se manchan de amarillo con el roce o a la vejez.

Láminas: de color muy variable: primero, grisáceo; después, de color café con leche; y color chocolate al madurar. En la juventud, las láminas están cubiertas por un anillo doble en forma de rueda de carro.

Esporada: de color marrón negruzco.

Toxicidad: es una seta comestible y apreciada.

Notas: es una especie habitual en la Dehesa de la Villa y fácil de determinar por su olor claramente anisado y su anillo doble en forma de rueda de carro.

Ficha 3: Paxina leucomelas

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 02-04-2011)

Paxina: del latín "patina", disco, plato... por la forma de los apotecios.
Leucomelas: de las palabras griegas "leuco" -blanco- y "melan" -negro-, por el color de los apotecios.

Apotecios: entre 1-4 cm. de diámetro, al principio son de forma globosa y después presentan forma de copa. Suelen estar muy enterrados. La superficie himenial o parte fértil, que es la interior, es de color marron muy oscuro o casi negro. El excipulo, o parte externa, es blanco cuando esta semienterrado y va oscureciendo al ir emergiendo, poniéndose casi del mismo color que el himenio.

Pie: casi inesistente, de 2 x 1 cm. con unas pequeñas costillas no marcadas en la parte superior.

Toxicidad: Es comestible despues de una larga cocción.

Notas: anteriormente nunca la habíamos encontrado en la Dehesa de la Villa, pero en la fecha en que fue tomada la foto, era abundante en varios puntos de la Dehesa. Es, por tanto, un ascomiceto ocasional, lo cual demuestra que no todos los años se dan algunos ejemplares en la Dehesa.

Ficha 4: Melanoleuca excissa

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 03-04-2011)

Melanoleuca: del griego ("melan" y "leuco"), significa blanco y negro por el contraste entre el sombrero y las láminas.
Excissa: del latin "excisum", romper, rasgar,desgarrar, por el borde del sombrero escindido y separado.

Sombrero: al principio es globoso, luego convexo y, al final, aplanado. De un tamaño entre 3-8 cm. de diámetro, presenta un mamelón central mas oscuro y evidente. La cutícula es de color variable, blanca con tonalidades marrones o grisáceas.

Pie: de forma cilíndrica, un poco engrosado en la base, muy fibroso y hueco de 6 x 0,9 cm. De color blanco con reflejos grises.

Láminas: un poco decurrentes y sinuosas, de color blanquecino y desiguales.

Esporada: de color blanca.

Toxicidad: está considerada comestible como todas la de su especie y, al igual que ellas, de muy baja calidad.

Notas: es una especie muy abundante en la Dehesa. Obsérvese el sombrero más pequeño que está mostrando las láminas: curiosamente, estaba creciendo de esta forma encima del otro sombrero.

Actualidad de la Dehesa: abril 2011

4 de mayo de 2011

Noticias del mes de abril: destrozos vandálicos en la Dehesa de la Villa; caída accidental de pinos; fiesta de la siega; plantación en el carril-bici; novedades sobre la solicitud BIC; mejoras en el paseo del canalillo.

Salvajada en la Dehesa de la Villa.
En la noche del sábado 30 de abril a la madrugada del día 1 de mayo algunos salvajes han destrozado entre 35 y 40 árboles frutales (manzanos, perales, membrillos, guindos...) en el entorno de la fuente del Cerro de los Locos, cerca del solarium.

En esa zona se había producido un incendio en julio del 2008. En las reuniones de la Mesa de Participación Ciudadana se decidió replantar la zona con la introducción de especies frutales y con criterios de plantación de carácter forestal (plantones de pequeño tamaño puestos en densidad mayor). En diciembre de 2008 se realizaron las oportunas labores de aireación y mejora del suelo y aportación de materia orgánica, realizándose la plantación ya en el año 2009. La empresa de la contrata de la Dehesa ha venido cuidando de los árboles con todo mimo y esmero durante estos últimos años, realizando las labores necesarias para lograr que dieran frutos y sirvieran de alimento a las aves que viven en la Dehesa de la Villa.

Todo esto se ha ido al traste por el incivismo de alguien, o de algunos, cuyo calificativo nos reservamos. De la intencionalidad del destrozo dan fe las siguientes imágenes, cedidas por Yasser, un generoso visitante de la Dehesa al que agradecemos su colaboración.

A la izquierda, Adolfo Ferrero, vicepresidente de la Asociación inspecciona los daños causados. A la derecha, panorámica del terreno que ocupaban los frutales.
(Fotos: Yasser, 2011)

Detalle de los destrozos en dos de los árboles.
(Fotos: Yasser, 2011)

Sólo el valor económico de los árboles plantados ascendía a 2.500€, a falta de cuantificar lo invertido en su mantenimiento posterior y el correspondiente incremento de valor patrimonial, para determinar el valor final de los daños. La Patrulla Verde está avisada y se ha cursado la correspondiente denuncia en la comisaría de Moncloa-Aravaca de la Policía Nacional: ojalá encuentren a los malhechores que destrozan así la naturaleza.

Telemadrid dio la noticia en su programa Buenos Días Madrid del día 3 de mayo. Adjuntamos a continuación un vídeo con el reportaje.


La noticia ha sido recogida también en varios medios de comunicación:
- Madridiario: La Dehesa, víctima de los vándalos.
- Europa Press: Destrozan 44 árboles frutales plantados en la Dehesa de la Villa.

Pinos caídos.
A principios de abril el viento derribó un antiguo pino en la explanada cercana al CIEA. Medía cerca de 15 m. y su tronco tenía un perímetro de 202 cm. Se contabilizaron 110 anillos, por lo que se calcula que podría ser uno de los supervivientes de la plantación de 1905. Con posterioridad, se cayó otro pino, de unos 90 años y 170 cm. de perímetro; es posible que haya derribar algún otro para evitar riesgos de accidentes por una caída fortuita.

Imágenes del primer pino caído donde puede contemplarse la enormidad de su porte y un detalle de sus raíces, insuficientes para sujetarlo al terreno.
(Fotos: F. Lorca, 2011)

Aunque nos entristece esta noticia, en este caso la pérdida de esos magníficos ejemplares se ha debido a causas naturales, nada que ver con la lamentable desaparición de los frutales que comentábamos en la noticia anterior.

Fiesta de la siega.
No todo van a ser malas noticias. En la última reunión de la Mesa de Participación Ciudadana del pasado mes de abril, se aprobó celebrar el Día de la Siega de Hierba Verde, ya para mayo del próximo año, pues para el año en curso no había tiempo de organizarla.

En principio, será una fiesta popular que finalizará con una merienda en la Dehesa de la Villa. Esta iniciativa entra dentro de la intención de luchar contra la erosión en la Dehesa (ver nuestro último artículo de actualidad de la Dehesa, donde infórmabamos de un proyecto piloto para reimplantar hierba segada). La participación vecinal en la siega tiene que ir acompañada con el compromiso de los vecinos y usuarios de encontrar un local donde extender esa hierba para que se seque, de voltearla para que se seque por ambas partes y estar presente en los sitios donde en el otoño se hará las labores pertinentes para extender esa hierba ya seca donde haya erosión y, una vez desprendida la semilla, pueda germinar, como se ha hecho este año en el Cerro de los Locos.

Imágenes de la siembra experimental de hierba segada realizada este año, de la que informábamos el mes pasado.
(Foto: Archivo Amigos de la Dehesa, 2011)

Plantación en el carril-bici.
El pasado mes informábamos de los trabajos de preparación de los alcorques vacíos a lo largo del carril-bici. Durante el mes de abril se ha procedido a plantar los 15 arces campestres (Acer campestris), 15 fresnos de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) y 15 fresnos de flor (Fraxinus ornus), como podemos observar en la siguiente fotografía.

Imagen de la reciente plantación en el carril-bici.
(Foto: A. Ferrero, 2011)

Novedades en la solicitud de declaración BIC para la Dehesa.
El pasado mes de enero informábamos de la solicitud de declaración de la Dehesa como Bien de Interés Cultural, dentro de la categoría de Sitio Histórico. Hasta la fecha, hemos recibido acuse de recibo por parte de la Subdirección de Protección y Conservación del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, informando del inicio del proceso de valoración, lo que implica la protección de la Dehesa mientras se tramita el expediente. Hemos recibido igualmente respuesta favorable del Área de las Artes del Ayuntamiento de Madrid. Por último, se ha dirigido la solicitud al Director General de Patrimonio Verde del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, solicitando el apoyo de su Dirección General y, si la respuesta es favorable, enviar esos apoyos a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad, que es finalmente el órgano decisor.

Aunque despacio, las cosas marchan por el buen camino.

Mejoras en el paseo del canalillo.
Una de las quejas que más habitualmente se recibe por parte de los usuarios es el polvo que se genera en el paseo del canalillo en los meses de calor. Al igual que se hizo el año pasado, se va a regar cada día el recorrido del canalillo para evitar, en la medida de lo posible, que se levante polvo al paso de peatones y ciclistas. Adicionalmente, se van a realizar experimentos con un producto nuevo canadiense que estabiliza el polvo paliando los problemas que habitualmente provoca (molestias respiratorias, suciedad en el calzado y ropa...).