"Las acacias.
Cuando hablamos de acacias en Madrid tenemos tres referentes en lo que a conocimiento popular se refiere: Gleditsia triacanthos, Sophora japonica y Robinia pseudoacacia. Todas ellas tan distintas de las auténticas acacias que es curioso que se las conozca con este nombre.
G. triacanthos es la llamada acacia tres espinas, por alusión a la forma de sus magníficas defensas antihervíboros. Sus legumbres son grandes, planas y curvadas como una falcata ibérica, recuerdan a las algarrobas. S. japonica presenta legumbres cilíndricas y estranguladas en lomentos, no tiene espinas. R. pseudoacacia tiene frutos planos y muy pequeños. Sus espinas se distribuyen por la corteza joven y su flor es conocida popularmente como “pan y quesillo”.
Fruto de Gleditsia en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)
Espinas de Gleditsia en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)
En las plantaciones de la Dehesa del siglo XIX se utilizaron Gleditsia de una variedad denominada inermis por la ausencia de espinas. Aún pueden verse ejemplares de la época en la zona que queda por debajo del CIEMAT. La variedad espinosa se había utilizado como planta de setos, pues cuanto más se la poda más púas produce. Hay restos de estos setos en la zona que rodea el vivero de la UCM y muchos otros sitios. Junto a la Sophora se plantó para sombrear la Senda Real que salía del Buen Retiro y que cruzando por el límite de la Dehesa se dirigía hacia El Pardo, hoy calle de Francos Rodríguez, donde aún quedan ejemplares de aquellos. Es nativa de Norteamérica.
Arriba, una ardilla comiendo Gleditsia en la Dehesa de la Villa. Debajo, los frutos roídos.
(Fotos: A. Revilla, 2012)
Sophora japonica, ahora llamada Styphnolobium japonicum, es nativa de China y Japón. La variedad más cultivada es la pendula. Forma bellos árboles de copas globosas. Sus frutos pegajosos se dispersan fragmentándose de manera natural.
Sophora japonica en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)
Fruto de Sophora japonica en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)
Robinia pseudoacacia es natural de los Apalaches. Su fuerte madera se utiliza para hacer toneles y baldes de madera. Es muy común en paseos. Es buena fijadora de nitrógeno en el suelo, por lo que enriquece los suelos donde crece. Hay una bonita cultivariedad de flor rosa poco utilizada en Madrid, la “casque rouge”.
Frutos de Robinia en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)
Espinas de Robinia en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)
Otras acacias menos comunes son las llamadas mimosas, Acacia dealbata. Estas sí son auténticas acacias. Su floración amarilla es muy temprana y perjudicial para los alérgicos. Prolifera en los parques nuevos aunque su adaptación a Madrid no es buena debido al frío invierno. En grandes áreas del norte y noroeste peninsular se ha convertido en planta invasora con desastrosos resultados para la vegetación y fauna autóctonas. Son nativas del sureste australiano. Su madera es muy dura y suelen crecer retorciéndose sobre si mismas, lo que genera tensiones en la madera que terminan produciendo rotura de ramas. A diferencia de las grandes acacias del paisaje de sabana africano, como la karoo o acacia camello, estas no tienen espinas.
Fruto de acacia karoo o camello en Namibia.
(Foto: A. Revilla, 2006)
Todas ellas pertenecen a la compleja familia de las leguminosas o familias próximas como las mimosáceas (Mimosa púdica) y cesalpináceas (acacia de Constantinopla).
Fruto de Cesalpinea en la Dehesa de la Villa.
(Foto: A. Revilla, 2012)
Hasta la próxima cita".
Serie Botánica para todos en la Dehesa de la Villa:
- I - Flores y semillas de olmos y fresnos
- II - Forsitia o campanilla china
- III - Floración de los cipreses
- IV - Floración de los almendros y los ciruelos rojos
- V - Floración de las praderas
- VI - Los pinos de la Dehesa
- VII - Veronica chamaepithyoides: planta desaparecida
- VIII - Cedros
- IX - Encinas
- X - Madroños
- XI - Retamas
- XII - Acacias
- XIII - Pinos caídos en la Dehesa de la Villa
- XIV - Álamos
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